Vivir un Carnaval y no conocer la “Quema del “mal humor” es imaginarse una fiesta sin alegría, y es que una vez que se ejecuta este acto se da inicio a la máxima festividad porteña.
Cuando el “mal humor” se ha ejecutado y quemado se da inicio a la festividad y, la ciudad se autoproclama como la más alegre y en donde todas las preocupaciones se olvidan por unos días y todo el pueblo se entrega en cuerpo y alma al gozo.
La Quema del Mal Humor es un ajusticiamiento en público de las penas que afligieron todo el año a los mazatlecos, representado por la quema en vivo de una figura que aparentemente es de carne y hueso.
Representa de manera simbólica el castigo al que es sometido un determinado personaje que haya causado alguna polémica por su proceder de tal manera que es sometido al fuego por sus actos.
El año pasado, el grupo de Los Bolcheviques, los embajadores que eligieron a la figura de Lucero, quien se ganó el rechazo de la sociedad al exhibirse cazando animales en vías de extinción.
El cortejo sale del cruce de las calles Ignacio Zaragoza y Aquiles Serdán en el centro de la ciudad, para que el pueblo pueda ver la encarnación del Mal Humor, el cual es plasmado en un monigote.
La historia carnavalera registra que la primera ejecución del Mal Humor de los carnavales modernos ocurrió en 1904. En esa ocasión inaugural, la víctima incinerada fue “La Peste Bubónica”, epidemia que padeciera la población entre los años de 1902 y 1903 y que impidiera la celebración del carnaval en la temporada pasada.
En años anteriores, se han calcinado;
2014 Lucero
2013 Florence Cassez
2012 Platanito
2011 Bell
2010 Virus, Influenza Humana