El pasado jueves en sesión solemne del Congreso del Estado, el mazatleco Pedro Guevara, campeón mundial de boxeo en la categoría de los minimoscas, recibió el premio al mérito juvenil por su contribución al deporte.
Ayer en la madrugada, otro mazatleco ejemplar, también deportista, el joven Jesús Moreno, ganó en Indonesia un campeonato mundial en karate.
Qué orgullo.
El mismo jueves, mientras el gobernador y el presidente del Congreso entregaban los reconocimientos al mérito juvenil, a esos chavos ejemplares(7), aquí en Mazatlán, en la colonia Benito Juárez, otro joven, Abel Osuna Estrada, era ejecutado a balazos.
Dos mundos y dos realidades totalmente diferentes. Encontradas.
En una esquina, aquellos chavos que como el Pedrín o como Jesús, le apuestan al estudio, al trabajo, a la convivencia sana, son dedicados, por eso son buenos ciudadanos y mejores sinaloenses.
En la otra, lamentablemente tenemos que reconocerlo también, están aquellos jóvenes –y son miles- que ven en la delincuencia o en actividades ilícitas, el camino más corto y rápido para hacerse ricos, tener mujeres, camionetonas y que los siga la banda.
Los primeros, destacan, reciben premios y reconocimientos, pero también el aplauso de los sinaloenses. Los segundos no duran mucho.
Los “levantan” o los matan. A algunos los desaparecen. Es la realidad, no estoy descubriendo el hilo negro.
Por eso, sirva el ejemplo del “Pedrín” Guevara, pero también el de Jesús Moreno, para enviar un mensaje a aquellos jóvenes que aún creen que ser narco o malandrín “es lo de hoy” y que es la actividad que los va a encumbrar al éxito. Equivocados.
No chavos, no es por ahí. Ese no es el camino.
La grandeza de Sinaloa y de México está en los jóvenes. Por favor, no se crean de las nefastas letras de los “narcocorridos”.
Los invito a quitarse ese chip.
El esfuerzo, el sacrificio, el estudio, la preparación, el respetar las leyes y vivir en armonía, se traduce en ser buen ciudadano y eso tiene tiene un valor y tiene una recompensa en la vida.
Y si no pregúntenle al “Pedrín” Guevara y a su familia, él es un chavo que debe de tomarse como ejemplo por muchos jóvenes sinaloenses.
Hasta mañana.
