Es el nombre del bar, ubicado en el centro de La Cruz de Elota, en donde la madrugada de este domingo ocurrió una masacre. Otra más.
Una supuesta discusión entre varios sujetos armados desencadenó una balacera que dejó como saldo sangriento, cinco muertos –entre ellos un policía federal- y dos heridos.
Pero vale la pena destacar el contexto en el que se da este hecho violento.
En el citado bar se presentaba el grupo “Enigma Norteño”, cuya especialidad es cantar “narcocorridos”.
Claro que este tipo de “artistas” del bajo mundo, también jala a ese tipo de “público”. No se puede esperar otra cosa. Son la misma cosa. A ambos los atrae el mundo del narco, las drogas, las armas…..
Por eso aquí lo importante será investigar quién otorgó el permiso para que este grupo se presentara.
Quién y de cuánto fue el “favor” porque en Sinaloa por ley este tipo de presentaciones se supone están canceladas, prohibidas desde aquel año del 2011 cuando la masacre del “Antares”. Lo recuerda.
Por las versiones que se corren en La Cruz, no había seguridad, ni patrullas ni policías.
Los malandrines que ahí estaban, disfrutaban del baile a sus anchas.
Hoy todo mundo se dice preocupado por lo sucedido, incluyendo el alcalde Arturo Rodriguez, pero bien que pudieron evitar este atentado.
El asunto tiene tufo.
Que se investigue y se castigue a quien desde alguna oficina de gobierno, torció la ley para permitir la presentación de “Enigma Norteño”.
Aquí están las consecuencias.
Hasta mañana.