Rompecabezas.- No agarramos la onda

 

Resumiré la historia que un amigo me contó hace algunos años. Sucedió en Culiacán. Fue un sábado, salieron de la oficina al mediodía, se fueron a comer mariscos, empezaron a “pistear”, le siguieron en un bar y cerca de las 12 de la noche se pasaron a otro.

Ya andaban “bien servidos”. De pronto, uno de la “bola” les anunció que se iba a seguirla con unas amigas. Le pidieron que dejara el taxi y se fuera en taxi. Claro, borracho y envalentonado, no hizo caso.

A las dos cuadras, tratando de burlar un retén policiaco, se llevó a una pareja en moto: las mató.

Era el tercer accidente que provocaba en ese estado. Pero este fue el peor. Hoy sigue en la cárcel. Arrepentido.

Traigo este comentario porque acaba de llegar al Congreso del Estado la iniciativa de reforma a la Ley de Tránsito y Transporte del Estado de Sinaloa, misma que plantea, entre otras cosas endurecer las penas a los conductores ebrios y reincidentes.

Incluso retirarles por tiempo indefinido la licencia de conducir.

Cuando el ciudadano no agarra la onda, no agarra el rollo como dicen los plebes, el gobierno tiene que recurrir a medias antipopulares, duras, pero necesarias, como éstas.

Porque hay que reconocer que campañas van y vienen y la raza no entiende. No hacemos conciencia y seguimos actuando de manera irresponsable al volante.

Se trata de prevenir accidentes, tragedias, historias dolorosas, como las que les conté al inicio de este artículo.

Creo que si no queremos tener al gobierno “encima” de nosotros, pues hay que poner la parte que nos corresponde como ciudadanos ¿no cree?

Hasta mañana.

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