Ahora sí, se volaron la barda. Y no precisamente de un “homerun”.
Un lector de esta columna me hizo llegar la denuncia y espero que el Secretario General de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros o el subsecretario, Bernardo Cárdenas Soto, le den seguimiento.
O por lo menos que investiguen su veracidad. Que creo si la tiene.
Resulta que un comerciante de “tejuinos” –muy conocido por cierto en Mazatlán- fue interceptado hace unos días por unos inspectores (2) de la subdelegación de Inspección y Normatividad (Alcoholes) aquí en la ciudad.
Primero lo hicieron entrar en “confianza” y luego ya en la plática le dejaron ir el “ramalazo”.
Le advirtieron que con su producto estaba ¡violentando la Ley de Alcoholes vigente en el Estado de Sinaloa!.
Pero cómo, les respondió el “tejuinero” espantado, sorprendido, si tengo años trabajado en esto y nunca, jamás, he tenido problemas con ninguna autoridad. ¿por qué ahora me salen con esto?
Le dijeron (está de risa el argumento) que como él realiza una fermentación de la bebida se necesita un permiso especial, de lo contrario la multa es de 7 mil pesos.
No pues llévense el triciclo, les contesto molesto el comerciante.
Los abusivos inspectores de Alcoholes hicieron el “pancho” como que estaban llamando por celular a una patrulla de la policía municipal para que les diera el apoyo para llevarse al corralón la bicicleta y la mercancía, producto del “delito”.
Pero luego le aconsejaron que se arreglara. ¿Cómo?, volvió a preguntar.
No se dé cuánto fue el “arreglo”, pero el citado “tejuinero” ya anda chambeando en la calle.
Es el año de “hidalgo” de estos pícaros mal llamados servidores públicos. Ojalá de verdad que la gente de la SGG investigue esta denuncia e intervenga.
Eso si no me consta, pero dicen que no es el único caso. Pero bueno, que se llame a cuentas al delegado, Guadalupe Quintero al igual que a este par de inspectores, conocidos ahora como el azote de los “tejuineros” en Mazatlán, según la denuncia.
Hasta mañana.
