Este domingo, 1 de enero no solo nos vamos a amanecer con un nuevo año, sino también con un nuevo precio en las gasolinas, Magna, Premium y en el Diésel también. Todo esto con una carga muy pesada para el público consumidor, tenga o no tenga vehículo.
Se pronostica un alza de precios en los productos, en los servicios, pero sobre todo en la canasta básica que consume la mayoría de las familias mexicanas. La irritación social es evidente. No se puede negar. Las protestas y acciones radicales se empiezan a multiplicar en varias ciudades del país.
Por más argumentos que ofrezca el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade “estábamos en la disyuntiva de elevar la deuda o subir impuestos. Entonces, optamos por elevar las gasolinas…”
Válido o no sus planteamientos, creo que difícilmente va a poder convencer a los ciudadanos, porque ahora hasta los gobernadores están pidiendo una explicación. “Nos tompo por sorpresa”: Miguel Angel Mancera (PRD) CDMX “Es un tema que molesta a la gente. Y tiene razón”: Aristóteles Sandoval (PRI) Jalisco “Vamos a pedir una reunión con el titular de Hacienda para que nos explique los motivos del gasolinazo”: Graco Ramírez (PRD) Morelos Pero de este malestar colectivo en el país, se están aprovechando –como siempre algunos partidos políticos sobre todo de oposición- para sacarle utilidad electoral de cara al proceso presidencial del 2018.
Eso sí, no se vale.
Este movimiento social por los “gasolinazos” deber de ser eso; social, ciudadanos, legítimo, mantenerse así y no de los partidos políticos, no permitir que los partidos se metan a enarbolar la causa, porque luego terminarán por contaminarlo.
¿No cree usted?
Hasta mañana.