Los malos ejemplos cunden…
La semana pasada se dio el primer intento. Fue aquí en Mazatlán. Un grupo como de 30 desadaptados y “encapuchados” llegaron a una conocida bodega comercial (salida sur) con toda la intensión de cometer actos de rapiña.
Como los hemos visto en el Estado de México, Veracruz o la CDMX por citar unos ejemplos. Claro, bajo el pretexto del repudiado “gasolinazo”.
Pero la rápida y oportuna intervención, primero, de los agentes de seguridad de la tienda y después de la policía municipal, impidió este acto delictivo y abusivo que muchos mexicanos no justifican. Yo tampoco.
Pero no se crea; van a seguir. Júrelo.
Por cierto, al gobernador del estado, Quirino Ordaz, le falló el pronóstico y su confianza de que en Sinaloa no se presentarían este tipo de manifestaciones delictivas, que repito, nada tienen que ver con el rechazo al aumento de las gasolinas.
Ese sí, un movimiento social justificado.
Y es que, en entrevista aquí el pasado viernes, el mandatario estatal manifestó su confianza de que no se presentarían estos grupos radicales de ladrones a hacer de las suyas, pero el sábado por la noche, una bodega Aurrera fue “blanco” de estos actos de rapiña.
Ocurrió en un céntrico sector de la capital del estado. Es el primero y creo que las autoridades deben de estar no solo ocupadas en el tema de la seguridad, sino también preocupados por estos hechos.
Igual de graves, creo yo.
Porque si ya ocurrió el primer saqueo en Sinaloa, como que lo está viendo; van a continuar.
Al menos seguirán intentándolo y convocando a través de las redes sociales a que lo sigan haciendo. Quieren sangre. Es todo un plan.
Debemos insistir: sí a las marchas pacíficas y manifestaciones de protesta, pero no a los actos de rapiña, ni a la violencia, no a la toma de gasolineras, tampoco de las plantas de Pemex.
Eso no resuelve nada el problema, al contrario, lo agravan.
Hasta mañana.