Una tarde “épica” con la Orquesta Juvenil de Cultura

La Orquesta Juvenil de Cultura ofreció el pasado jueves en el Museo de la Música un portentoso recital que dibujó el futuro de la música clásica en el puerto: una gran generación de artistas que con entusiasmo y rigor se preparan día a día en la Escuela de Artes del Instituto de Cultura de Mazatlán bajo la guía de maestros apasionados.

Bajo la dirección de la maestra Mónica Osuna Sosa, y cobijados en posiciones estratégicas de la orquesta por otros maestros como la violinista Nina Farvarshchuck; el chelista Luis Corrales o Vilma Domínguez, en el oboe; los más de 40 músicos de la Orquesta Juvenil abordaron un programa cargado de energía y vitalidad.

“Farandole”, de George Bizet; “Oveture to Rienzi”, de Richard Wagner y “Poeta y campesino”, de Franz Von Suppé envolvieron a la audiencia con el brío, magnificencia y parsimonia que estas piezas entrañan: un vigoroso oleaje de sonidos retumbó en las paredes del Museo para dar a la audiencia la sensación de formar parte de la agrupación.

Sin duda la “Overtura 1812”, de Piotr Ilich Tchaikowsky, coronó el tono épico de este recital y resultó especialmente emocionante observar cómo los jóvenes reían u observaban con atención cómo sus compañeros se empleaban a fondo en los violines, violas, violoncello, contrabajo, piano, oboe, flauta, clarinete, trompeta, trombón, saxor, tuba o percusiones.

El cierre del recital llegó con un “Danzón No.2” plagado de sabor y goce que llenaría de orgullo al mismísimo Arturo Márquez y que hizo que el público se pusiera de pie y aplaudiera cargado de orgullo por esta generación de talentos que darán mucho de qué hablar.

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