Boletín/Cultura
Con la proyección de la película “La mujer de arena” del reconocido cineasta japonés Hiroshi Teshigahara, concluye este sábado en el Cinematógrafo del Instituto de Cultura de Mazatlán el ciclo “Cineastas Orientales”, una muestra de las mejores obras de los más grandes directores de la región.
La función empieza a las 18:00 horas y la entrada es libre para todo el público, frente a la Plazuela Machado. Cupo limitado.
Niki Jumpei es un maestro entomólogo de Tokio, que aprovechando tres días libres, se interna en el desierto en busca de nuevos insectos que clasificar soñando con que su nombre aparezca algún día en un libro especializado en la materia. Al caer la noche no encuentra la manera de regresar al pueblo más cercano y se ve obligado a pernoctar en la casa de una misteriosa mujer que vive en el fondo de un pozo totalmente rodeado de arena.
Ambos sostienen una extraña relación que los llevará al límite del erotismo. El resultado es un magistral “thriller” con una belleza visual deslumbrante, una obra maestra impregnada de exquisito erotismo que por su extraordinaria calidad artística obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes, 1965.
Talentoso escultor y maestro del Arte Floral Japonés, Ikebana, Hiroshi Tashigahara dirige su primer largometraje en 1962, “El escollo”. En 1965 es catapultado a la fama internacional con su película “La mujer de arena” (64), que no sólo le dio el triunfo en Cannes, sino que fue distinguida también con la Nominación al Premio Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera.
Otros de sus extraordinarios trabajos son “Blanca mañana”(65), “La cara del otro”(66), el documental “Antonio Gaudí”, “Rikyu”(89) y “Princesa Goh”(92). Desde 1980 y hasta su muerte en 2001 se desempeñó como Director de la Escuela de Ikebana de Sogetsu, desarrollando su pasión por el arte floral japonés.
