Último día de actividades de la XIV Reunión Nacional de Malacología y Conquiliología

En el último día de actividades de la XIV Reunión Nacional de Malacología y Conquiliología,con la exposición de un poster que contiene los hallazgos resultantes del análisis transcriptómico de la especie de caracol conus Corpuraces.

Manuel Aguilar Ramírez, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y encargado del laboratorio de Neuro-farmacología Marina, indicó que de dicha especie se han determinado secuencias de toxinas mediante purificación, secuenciación química, espectrometría de masas y/o clonación que son metodologías aplicadas para su glándula venenosa.

Nos interesan las conotoxinas porque se han usado para estudian la función de las moléculas que afectan canales iónicos; y también pueden servir como modelo para diseñar fármacos, de hecho hay un fármaco para el dolor crónico resistente a morfina que es una conotoxina en este caso aislada de un caracol del indo-pacifico, un caracol piscívoro que ahora se sintetiza químicamente y es un fármaco ya probado desde el 2004”.

El investigador, puntualizó que en este análisis se encontraron muchas secuencias desconocidas en esta especie, ampliando el número de 22 toxinas conocidas hasta 63 toxinas adicionales y probar dónde están actuando para ver si pueden tener utilidad como herramientas moleculares específicas, sin descartar que puedan servir para diseñar fármacos en  un futuro.

Cabe recalcar que un transcriptoma es una metodología que surge para representar todo este ARNm transcrito en ciertas circunstancias, de forma global, lo que permite saber que el veneno de cada caracol está constituido por alrededor de 50 a 200 pequeñas proteínas (péptidos) diferentes, a las que se ha llamado conotoxinas.