El Carnaval y la fiesta cubana ponen a bailar a la Plazuela Machado

Este martes cientos de mazatlecos y turistas convirtieron la Plazuela Machado en una gran pista de baile con el espíritu festivo de la Falsa Orquesta Cubana y la magia demoledora de una Noche de Carnaval en el penúltimo día de actividades del Tianguis Turístico México – Mazatlán 2018.

La calidez de los mazatlecos y la frescura del clima fueron esta noche, la carta de presentación que enamoró al público, a promotores turísticos, empresarios y tour operadores de países como Colombia, Venezuela, Brasil y distintos estados de México, que desde los restaurantes y bancas de la plazuela disfrutaron la Fiesta en la Machado ofrecida por el Instituto de Cultura de Mazatlán.

Raúl Rico González, director general de Cultura, dio la bienvenida al espectáculo que se convirtió en una excelente oportunidad para mostrar el rostro embellecido del Centro Histórico, disfrutar la deliciosa gastronomía mazatleca y adentrarse en un mar de agradables sorpresas al ritmo de la música y el baile.

Más temprano que tarde, la Falsa Orquesta Cubana tomó el emblemático quiosco de la plazuela y puso a bailar a decenas de personas al ritmo del chachachá, cumbias, mambos y danzones.

Los asistentes se ambientaron con las ocurrencias del vocalista Julio Recinos y se dejaron llevar por la sabrosura cubana de piezas como Guantanamera, Quien Será de Pablo Beltrán Ruíz, María Cristina me quiere gobernar de Ñico Saquito y El bodeguero de Richard Egüe.

Pasada la media hora del espectáculo, la Plazuela Machado era un mar de gente en pleno baile, otros capturaban el momento con sus celulares, chiflaban, aplaudían y coreaban con emotividad el estribillo de algunas canciones como la emblemática Mazatlán de Gabriel Ruiz.

Después comenzó la Noche de Carnaval. Los bailarines del Ballet Vilanova dirigidos por Montserrat Millán subieron al escenario para cautivar con la Danza del venado, esa fue su carta de presentación.

En poco más de 30 minutos, los bailarines bailaron un rico y ecléctico programa que transitó entre el colorido universo musical de la tambora sinaloense, la salsa, el danzón y elementos como el circo, la comparsa y la batucada brasileña.

Por si fuera poco, una descarga de fuegos artificiales coronó esta velada que aún no terminaba, pues entre fuertes aplausos el público despidió a los bailarines y recibió de nuevo a la Falsa Orquesta Cubana que amenizó la fiesta con El manicero, El son de la loma, Quizás, Llorarás, El cuarto de tula y Mil horas, entre otras canciones que de nuevo pusieron a bailar al público que atestó el corazón del Centro Histórico.