Un día como hoy…

UN DÍA COMO HOY, pero de 1867, el coronel imperialista Miguel López, imposibilitado para seguir defendiendo Querétaro, entrega a las tropas republicanas del presidente Juárez, dirigidas por el general Mariano Escobedo, el convento de la Cruz, el más fuerte bastión imperial. En esta misma fecha, el acoso republicano hace caer la ciudad y con ella al archiduque Maximiliano de Habsburgo y sus principales jefes: Tomás Mejía y Miguel Miramón.

Maximiliano se rindió con sus soldados en el cerro de las Campanas ante el general Ramón Corona, que lo llevó ante el general Mariano Escobedo, a quien el archiduque rindió su espada, acción con la que se da por terminado el nefasto imperio extranjero que tanta sangre y recursos costó a México. Rendida la plaza de Querétaro, Maximiliano solicita al general Escobedo le conceda trasladarse a Europa; Escobedo le informa que no era a él a quien correspondía disponer de los prisioneros, sino al gobierno de la República, y lo remitió preso al convento de la Cruz, de donde pasaría al de Santa Teresa.