Inseguridad y Corrupción

Por Manuel Cárdenas Fonseca.

La inseguridad y la corrupción son, sin duda, las dos asignaturas pendientes que tienen los gobiernos mexicanos con su sociedad. Llevamos décadas oyendo hablar de lo que se hará para combatir estos dos graves problemas (Salinas, en menor medida con Zedillo, incrementándose sustancialmente con Fox, cruzando umbrales no concebidos con Calderón e increíblemente desproporcionados con Peña) que enfrenta nuestro país y que frena su desarrollo en todos los ámbitos, pero no ha pasado nada; bueno sí ha pasado, la corrupción y la inseguridad crecen y crecen exponencialmente en todo el país, ante el temor y el enojo de la población y ante la incompetencia (y hasta complacencia) de las autoridades de los tres órdenes de gobierno.

Y miren que por estrategias no se ha parado (si se le puede llamar estrategia a involucrarse en la delincuencia), llevamos años de años escuchando a los nuevos gobiernos que ahora sí van a frenar la inseguridad y que pondrán en marcha las mejores estrategias, la policía más equipada y capacitada y los mejores asesores en la materia. Así hemos pasado desde la contratación de Giuliani en la Ciudad de México, con su “tolerancia cero”, incluyendo la Ley de Seguridad Nacional durante el sexenio de Vicente Fox, hasta llegar a la afortunadamente “congelada” iniciativa de mando mixto policial y a la inconstitucional aberración llamada Ley de Seguridad Interior aprobada por el Congreso el año pasado.

La delincuencia organizada de drogas, lavado vía el sector financiero y empresarial, trata, oro, diamantes, se han visto protegidos fundamentalmente con Calderón y Peña y nos hemos empeñado en hacer un uso amañado de los estudios comparados, copiando programas o sistemas que si bien han sido exitosos en los países donde surgieron, no tienen correspondencia con el sistema político, jurídico y social de nuestro país, y de entrada están condenados al fracaso, como ha sucedido con la mayoría de ellos.

Yo creo que es muy importante conocer y estudiar lo que están haciendo otras naciones para combatir la inseguridad, pero aprender de las experiencias exitosas de otros, no significa incorporarlas íntegramente en nuestro país, sin tomar en cuenta nuestras particularidades políticas, económicas y sociales. Las experiencias exitosas internacionales en materia de seguridad pública, nos enriquecen y sirven para construir nuestras propias propuestas que respondan a problemas muy particulares en nuestro país.

A estas propuestas legislativas, hay que sumarle la gran cantidad de programas de formación policial (puras mentiras de la pandilla de los gobernadores) anunciadas sexenio tras sexenio desde los años noventa, todos ellos fallidos o con pobres resultados en los hechos, ello debido a personeros como García Luna o Murillo Karam, los banqueros de bancos extranjeros y la Bolsa Mexicana de valores o la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Lo cierto es que durante las últimas dos décadas se le ha apostado a que las fuerzas armadas tomen el control de la seguridad pública en todo el país, con los riesgos que esto conlleva y que está demostrado que la militarización en los tres órdenes de gobierno de la seguridad pública sólo evidenció la corrupción de militares sin ton ni son.

Pero ya no se puede ocultar la correlación y complicidad de la delincuencia con las fuerzas armadas y si antes eran secretarios de la defensa los señalados, ahora son los secretarios de la defensa, de marina y muchos integrantes de la estructura administrativa y operativa.

A últimas fechas se menciona hasta al “general” recién nombrado Coordinador de Delegaciones del Instituto de Migración de quién se dice ya le puso cuota a cada delegación (espero esto llegue a oídos de un hombre serio como el actual secretario de Gobernación).

Lo que los hechos nos muestran es que todas estas estrategias de seguridad lo único que han logrado es desmantelar la mayoría de los cuerpos policíacos del país, desde los municipales hasta los estatales, que ahora resulta que son los más corruptos y los más ineficaces. Y cómo no, si han sido abandonados, descuidados y menospreciados. De allí que sugiero que la primera vez fue por órdenes que tarugos no supieron cumplir, después tarugos que no se dieron cuenta de que se convertirían en empleados y, por último, ya de empleados de la delincuencia buscaron compartir la renta, $$$, del negocio.

Particularmente preocupante resulta la creciente violencia contra los periodistas y candidatos a puestos de elección popular. Durante la presente administración 44 periodistas han sido asesinados y la mayoría de estos crímenes continúan impunes, eso significa que en promedio se ha matado a un periodista cada mes. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha señalado que el 90 por ciento de estos crímenes se mantiene en la impunidad.

Durante el presente proceso electoral 14 candidatos de las distintas fuerzas políticas han sido asesinados, y esta inseguridad ha generado que mil candidatos de todo el país renuncien a participar, pareciera el caso del municipio de Guasave, Sinaloa, en el que se dice que un hombre de baja estatura manda desde hace 12 años.

¡Qué terrible resulta para nuestra democracia la inseguridad!

Estoy convencido que las llamadas estrategias fueron concebidas para que fracasaran. La corrupción en la seguridad pública, en los penales, en las fuerzas armadas ahora apoderadas de los penales sólo se entiende si advertimos que así se tenía contemplado y se les fue de las manos.

El combate a la corrupción es quizá el mayor fracaso en toda la historia de los gobiernos de nuestro país. Desde los años 80 se comenzaron a dar discursos y a crear instituciones, que en los hechos se han convertido más en cómplices y aval de los corruptos, que en un verdadero freno para las conductas corruptas.

Lo que queda claro es que mientras sigamos atendiendo la inseguridad y la corrupción en nuestro país, y con ello también me refiero a combatir la impunidad que tanto daño nos hace, con los mismos del Panpri de Fox/Calderón o el Prian del actual, la historia seguirá siendo la misma incrementando el miedo y el terror en que nos tienen apresados.

Espero que el nuevo gobierno, y es por ello que advierto que el más viable para combatir el tema es Andrés Manuel, deje de hacerle al tío lolo y no “invente” otra copia tipo García Luna, Creel u Osorio Chong.

Como siempre mantengo el optimismo, pero no dejaré de expresar mis críticas y las que escucho de los ciudadanos.

¡Muchas gracias y sean felices!

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