México peor que Trump en migración, por Manuel Cárdenas Fonseca

Ahora sí que México, con el Secretario Videgaray, ha estado muy activo en denunciar la separación de menores de sus padres que ingresan sin papeles a los Estados Unidos y hasta se prepara un proyecto de resolución para ser presentado al Consejo Permanente de la OEA (Organización de los Estados Americanos), en donde formalmente se expresará una enérgica condena a estos hechos por parte de México.

A nadie nos queda duda que lo que está pasando en los Estados Unidos (que hasta ahora ha llamado la atención internacional) es un acto reprobable que lastima conciencias y viola derechos humanos, aunque los “americanos” sostengan que se está cometiendo un delito al ingresar a su país sin papeles, y es delito grave y no prescribe, porque se violan sus leyes migratorias. En todo caso, aunque sus leyes los respalden, no debemos olvidar los derechos de los menores.

Pero esto no es algo nuevo en ese país, como tampoco lo es la discusión migratoria en Europa y que acaba de dar un vuelco que obligó a apoyar a Italia. Diversos reportes de organizaciones de derechos humanos reportaron que entre 2014 y 2016, más de 147 mil menores migrantes de México y otros países centroamericanos fueron detenidos por autoridades migratorias estadounidenses.

Lo que sí no deja de sorprenderme es el descaro con que actúan los gobiernos de nuestro país; somos “candil de la calle y obscuridad de la casa”. Muy buenos para defender causas en otros países y muy malos para hacerlo al interior de nuestro país. Aquí sí parece aplicar ese dicho de “hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”; la actual administración y la herencia que dejó el ahora candidato a senador Osorio Chong en la materia migratoria o de población es vergonzosa, deleznable y un botín de sinvergüenzas.

Muy poco se nos dice oficialmente, por más que se denuncie por voces ciudadanas, de los problemas que enfrentan los migrantes que se aventuran sin papeles en nuestro país y de las condiciones deplorables que enfrentan en las estaciones migratorias que funcionan como verdaderas cárceles.

Hasta donde sepamos en México no se enjaula a los niños migrantes, pero sí se les encarcela y se les expone a una gran cantidad vejaciones, al robo y al abuso de muchos tipos. La propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha reportado que entre 2014 y 2016, se detuvieron en México más de 40 mil niños migrantes no acompañados, a los cuales se les retiene por largo tiempo y se les separa de sus padres en muchos casos. Ahora entonces esos gritos desgarradores de muchos debieran darlos contra el gobierno mexicano y arreglar las instalaciones y equipar y capacitar al personal.

Insisto que antes que nada lo que tenemos que hacer es empezar a “limpiar la casa” y evitar que en nuestro país se cometan abusos como los que criticamos y condenamos en otras latitudes.

Todos hemos oído las historias de la llamada “La Bestia” en la frontera sur y hemos conocido de casos particulares de violaciones, asesinatos, robos y secuestros a los que se exponen estos migrantes, con la complacencia de las autoridades migratorias y de otras autoridades.

Lo cierto es que nuestro país ha sido muy competente para poner cuotas en las delegaciones del Instituto Nacional de Migración, pero no de deportados, ya que según reportes que nos llegan las cuotas son de dólares y, al parecer, esto se agudiza con el actual General recién nombrado como Coordinador de Delegaciones de ese Instituto y, el Secretario Navarrete Prida, al parecer, no tiene el alcance para ponerlo en orden.

Si algo es claro en México, es que no hay control de las fronteras ni en el sur ni en el norte; por ellas ingresan drogas, armas, dinero y cualquier tipo de mercancía ilegal, así como grupos de delincuentes sin ningún problema, sin sufrir controles serios por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Migración, de las de Aduanas del SAT o hasta de las fuerzas armadas. Por nuestras fronteras entran toda clase de calamidades y nadie las ve, nadie se da cuenta. Yo me pregunto ¿o nuestras autoridades son incapaces o están coludidas? Claro que mi conclusión es que están coludidas, ¿O será que las drogas, las armas y los migrantes aparecen por generación espontánea en nuestro país? Creo que ya sabemos la respuesta.

Tan sólo como ejemplo, en México, ingresan anualmente de manera ilegal más de 250 mil armas de diversos calibres y sólo el 14 por ciento de estas armas ilegales que ingresan por la frontera son confiscadas. Y qué decir de los millones de dólares que se mueven por la frontera norte, sin ser detectadas por las autoridades (¿será?).

En la frontera sur el caos es aún mayor, el tráfico de armas, droga, trata, oro y maderas es incalculable y existe paso libre a todas las personas sin documentos y por supuesto para “maras” “kaibiles” y todo tipo de violencia organizada que ingresa al país para seguir cometiendo delitos y para seguir sometiendo a los migrantes centroamericanos que buscan en México refugio y sólo encuentran mayores riesgos para su seguridad y para las de sus familias.

Cierto es que a México se le acusa de tener leyes migratorias restrictivas, que ponen muchas trabas para el ingreso legal a muchas nacionalidades particularmente latinoamericanas; pero lo que no se dice es que en los hechos, tenemos una política migratoria y de fronteras permisiva, de negocio ilegal, en donde la ley escrita no se aplica y la única que prevalece pareciera ser es la de moneda de curso legal en Estados Unidos, léase dólar americano.

Simplemente hagan el ejercicio realizado por un servidor para demostrar a las autoridades su negocio hace 20 años y, más recientemente, hace 5. Ingresen cinco automóviles con placas mexicanas provenientes de USA y verán que sólo, si acaso, se detiene uno y para revisión de mercancías, a nadie le piden acrediten su nacionalidad, así que en carros con placas mexicanas (igual hasta falsas) entran ilegales, delincuentes y drogas, armas y dinero ¿Así o les explico con manzanas a los del negocio llamado Instituto Nacional de Migración que recién estrena nuevos cajeros?

Es mucho lo que tenemos que hacer para aplicar nuestras leyes, más lo que tenemos que hacer para que Cancún, CDMX, y otros puertos de entrada dejen de ser la mina de dólares que registran los corruptos del INM. Aunque se enojen muchos mexicanos y americanos amigos o conocidos míos, debo aceptar que el gobierno de Estados Unidos de América ha sido muy, pero muy tolerante con nosotros. ¡Ah! ¿Ya se les olvidó que durante el sexenio en que “gobernó” el boquiflojo de Fox expulsábamos a Estados Unidos más de medio millón de mexicanos al año? Qué decir de Calderón y, con Peña, se lo dije a Osorio en repetidas ocasiones, de descaro total. No escondamos en culpas ajenas las propias.

¿Podrá Navarrete Prida medio componer la ausencia de estado de derecho en la materia, los abusos sin ton ni son, las cuotas de pillaje que quieren imponer recién llegando estos militarcitos de pacotilla para que el Presidente Trump deje de tener tanta razón?

¡Muchas gracias y sean felices!
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