Anaya tunde a AMLO por no bajar el precio de la gasolina: “mentira de campaña”

La crítica se centró en el manejo del precio de las gasolinas y la oferta de campaña consistente en bajar el precio del litro de gasolina a 10 pesos cuando en estos años ha promediado 22 pesos el litro.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya Cortés, descalificó hoy las decisiones económicas del gobierno de la República, al considerar que el presidente Andrés Manuel López Obrador “está atrapado en ideas rancias” sobre subsidios y monopolios.

La crítica se centró en el manejo del precio de las gasolinas y la oferta de campaña consistente en bajar el precio del litro de gasolina a 10 pesos cuando en estos años ha promediado 22 pesos el litro.

Anaya Cortés, quien cada lunes emite un video a través de sus redes sociales en el que suele descalificar al gobierno lopzobradorista y sus políticas para luego hacer un llamado a cambiar de partido en el poder en 2024, recordó diversos dichos presidenciales de julio de 2019.

En concreto, se refirió al momento en el que, luego de cancelar su asistencia a la Cumbre de las Américas, realizada en Los Ángeles California, por defender al gobierno cubano que no fue invitado, el mandatario mexicano presumió ante su homólogo estadunidense, Joe Biden, que el litro de gasolina era más barato en México, por lo que los habitantes de la frontera, preferían cruzar a México para cargar sus vehículos de combustible.

El político panist

a, quien radica en el extranjero desde hace años ante la posibilidad de ser detenido en México, calificó esas expresiones de “tonterías”, con la siguiente exposición:

“Primero, porque no tiene sentido usar el dinero de tus impuestos para regalárselo a los estadunidenses a través de un subsidio y que les cueste más barata la gasolina; pero lo más grave, es que vuelve a demostrar que no entiende cómo funciona el mundo y la economía”.

Para ejemplificar lo anterior, advirtió que hoy la gasolina en Texas cuesta lo equivalente a 14 pesos, lo que refleja como en Estados Unidos, en lugar de “jugar a los subsidios”, arreglaron el problema de fondo.

Fuente; Proceso