Plazuela Machado

Desde sus orígenes fue llamada plaza de Machado, plaza de armas o Plaza Principal. En ese lugar se encontraban los solares de don Juan Nepomuceno Machado y don Antonio Miranda Palacio . Estos mismos decidieron que la laguna que se encontraba ahí se terraplenara, incluso doña Tomasa Osuna dedicó una gruesa cantidad para ese objeto y formalizar la plazuela. Originalmente en la Plazuela se construyó una explanada a la que se rodeo con 36 majestuosas bancas de piedra y frondosos arboles de naranjo, y por ello, en algún tiempo se le llamó “El Paseo de los Naranjos”. En 1868, Federico Reynaud, estando en Europa, fue comisionado para la adquisición de 20 sofás de hierro para colocar en la plazuela de Machado.

Es una de las más antiguas de Mazatlán; los registros históricos indican que se construyó en 1837 bajo los auspicios de un rico comerciante en plata, telas y perlas, Don Juan Nepomuceno Machado

No fue sino hasta 1881 en que se remodeló, cuando se aprovecho para agregar un toque distintivo, un quiosco central que actualmente tiene. Fue el jefe de las armas de Sinaloa, general Bernardo Reyes quien lo dotó de un quiosco de hierro para la plaza. Durante las ocupaciones norteamericana y francesa, en la plaza sus bandas tocaban desde ese mismo quiosco.

Esta plazuela es hoy por hoy el centro de la vida cultural de la ciudad. En ella palpita su historia y entre sus fachadas y portones, entre sus pórticos y dinteles resuenan los ecos de un pasado cubierto de grandezas.

La Plazuela Machado es una de las sedes de los festejos de Carnaval, ya que año con año se realiza una muestra gastronómica en la que participan los mejores y más representativos restaurantes de la localidad y ofrecen sus platillos. También con bastante regularidad se efectúan Exposiciones Pictóricas, Ferias de Libros y todo tipo de manifestaciones Culturales y Políticas. Los fines de semana predominan pequeños puestos de artistas y artesanos locales.

Durante las ocupaciones norteamericana y francesa, en la plaza sus bandas de guerra tocaban desde el quiosco de la plaza.