Redacción
Mazatlán, Sinaloa. QPEM. En medio de discusiones y con más de 10 horas de debate, el pleno del Senado, de Morena y sus aliados, aprobaron en lo general y en lo particular las leyes reglamentarias para la Reforma Judicial con el objetivo de que el voto popular elija a jueces, a magistrados y a ministros el próximo domingo 1 de junio del siguiente año.
Los cambios a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en materia de elecciones para juzgadores del Poder Judicial de al Federación, fueron aprobados con 81 votos de Morena y sus aliados contra 40 del grupo opositor PRI, MC y PAN. En lo general fue aprobado con 77 votos a favor y 38 en contra, en tanto que en lo particular fue favorecido con 75 sufragios y 37 en contra.
“El nuevo modelo del Poder Judicial servirá para eliminar la corrupción, opacidad, y la simulación por parte de los impartidores de justicia en el país”, argumentó la senadora de Morena, Olga Patricia Sosa Ruíz.
La Sesión empezó a las 08:45 horas y culminó al as 19:00 horas tomándose en cuenta a la oposición de no revisar a prisa y corregir inconsistencias para las leyes secundarias de la Reforma Judicial.
“Esto ha permitido al crimen organizado poner los ojos en esta reforma a la que nadie se opone, pero no así”, afirmó el senador del PAN por Aguascalientes, Juan Antonio Martín del Campo.
Las modificaciones a estas leyes sirven para concentrar el poder y establecer una auténtica autocracia por parte del partido en el gobierno, argumentaron Ricardo Anaya, del PAN; Clemente Castañeda, de MC y Carolina Viggiano, del PRI.
Morena mantuvo, en el dictamen aprobado, los cambios a las dos leyes, por los cuales la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, tendrá la facultad de nombrar a los principales funcionarios de las áreas ejecutivas, que estarán a cargo de la elección de juzgadores, y de las elecciones federales, esta fue al postura que mantuvo Morena en el dictamen aprobado donde los cambios a las dos leyes.
También, fue aprobada la eliminación de una reserva a las reformas de las leyes secundarias que, de acuerdo con los senadores de oposición, permitiría a la mayoría parlamentaria, a cargo de Morena, imponer un veto a los aspirantes a jueces, magistrados y ministros que no fuesen de su agrado.