Redacción
Mazatlán, Sinaloa. QPEM. .- La Iglesia hizo una nueva oferta al gobierno federal para alcanzar la paz en cientos de regiones donde los grupos del crimen organizado han generado una ola de violencia por la disputa del territorio. Será la Iglesia una especie de mediador entre las organizaciones antagónicas, esto a poco más de una semana del asesinato del sacerdote, tzotzil Marcelo Pérez Pérez.
“La iglesia y los sacerdotes están dispuestos para mediar los conflictos entre organizaciones criminales en todo el país, como lo hicieron en Guerrero hace algunos meses, en donde se informó que habían logrado un pacto de tregua entre la Familia Michoacana y los Tlacos”, dijo Monseñor; Ramón Castro, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Señaló que las mismas autoridades están rebasadas, por tanto es que se ponen a disposición del gobierno federal, con tal de que pidan su ayuda para solucionar los conflictos de las organizaciones criminales en las comunidades que ellos conocen.
“Hay una incapacidad para poder atender algo que les ha rebasado. La iglesia, nosotros, siempre estamos en la mejor disposición de ayudar, de ser agente de construcción de paz, para eso desde el asesinato de los padres jesuitas hemos trabajado. (…) En el caso directamente como en Guerrero, que fue también que se lo pidieron al señor Salvador, si alguien de nosotros por ejemplo el gobierno nos dijera ‘ustedes que conocen perfectamente la situación de las comunidades originarias ayúdenos’, o conocen alguna situación con algún grupo delincuencial ayúdenos lo haríamos con justo, con mucho gusto, pero estamos trabajando no estamos esperando a que nos inviten”, sostuvo Castro Castro.
En cuanto a la estrategia de abrazos y no balazos, y la estrategia de se seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, basada en la inteligencia y atención a las causas para evitar el enfrentamiento directos es similar a la del gobierno del expresidente Felipe Calderón.
“La estrategia que se ha presentado para construir tendría algunos puntos débiles, pero al menos siento que marca una cierta diferencia. Ahora bien, con todo respeto, con todo cariño y viendo la realidad “abrazos no balazos” no funcionó y fue un sexenio donde más asesinatos hubo”, comentó Monseñor Castro Castro.