La tragedia provocada por la DANA que afectó a la Comunidad Valenciana continúa dejando su huella, con la actualización de las cifras oficiales que reflejan un dramático saldo de 212 fallecidos, mientras que el número de desaparecidos ha descendido a 50.
Según el último informe del Centro de Integración de Datos (CID) actualizado a las 20:00 horas de este viernes, las oficinas ante mortem habilitadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil, en colaboración con médicos forenses, han gestionado un total de 50 expedientes activos relacionados con denuncias de desaparición, lo que supone una disminución de 28 casos respecto al día anterior. Este descenso se atribuye a la identificación de cuerpos y la localización de personas con vida.
De las 212 víctimas mortales registradas, 183 han sido plenamente identificadas: 147 a través de huellas dactilares, 34 por ADN y 2 mediante identificación hospitalaria. Sin embargo, aún quedan 29 cadáveres sin identificar, un dato que subraya la magnitud de la tragedia y la ardua labor que sigue realizando el equipo forense.
Es importante destacar que el número de desaparecidos y el total de fallecidos no deben sumarse, ya que corresponden a diferentes parámetros que pueden variar a medida que se identifican más cuerpos o se reciben nuevas denuncias de desaparición.
En cuanto al proceso de restitución de cuerpos a las familias, hasta el momento se han entregado 128 restos mortales para que los familiares puedan llevar a cabo los ritos funerarios. Estos cuerpos fueron derivados a la morgue habilitada en Fira Valencia, luego de haber sido sometidos a las autopsias en la Ciudad de la Justicia.
La devastación causada por la DANA también ha tenido repercusiones en la infraestructura de la región. Además de las pérdidas humanas, las autoridades reportan graves daños en viviendas y en las infraestructuras de agua potable. En varias zonas, el suministro de agua ha sido interrumpido o se encuentra comprometido, con preocupaciones sobre la calidad del agua debido a la acumulación de sedimentos, residuos orgánicos y químicos. Las autoridades han recomendado precaución al consumir agua, con algunas áreas sugiriendo hervirla antes de su uso y otras prohibiendo su consumo hasta que se realicen más pruebas de potabilidad.
Mientras las tareas de rescate y recuperación continúan, la Comunidad Valenciana enfrenta no solo la pérdida de vidas humanas y bienes materiales, sino también la incertidumbre sobre la calidad del agua, lo que añade más complicaciones a una situación ya de por sí crítica.