El Palacio de Bellas Artes se vistió de gala este 30 de noviembre para rendir un sentido homenaje póstumo a Silvia Pinal, ícono de la Época de Oro del Cine Mexicano, quien falleció el pasado 28 de noviembre.
En medio de un recinto lleno de flores, música y admiradores, Alejandra Guzmán tomó el micrófono alrededor de las 11:30 de la mañana para despedir a su madre con un emotivo mensaje.
“Para mí es un honor sentir el cariño de todo México y del mundo. Mi madre es grandiosa, estuvimos todos juntos cuando ella trascendió, cuando tuvo su último suspiro. Siempre voy a tener en mi corazón todo lo que nos regaló: magia, arte y este matriarcado lleno de fortaleza. Esa es la mejor herencia que puedo tener”, expresó Guzmán, conmoviendo a los asistentes.
La cantante recordó con orgullo el legado de Pinal, describiéndola como “una reina, la madre más bella” y destacando su profesionalismo y amor por el escenario. “Se fue tan en paz y tan tranquila que se merecía descansar. Gracias por todo lo que me enseñaste, gracias por todo lo que compartimos, gracias por ser eterna, gracias”, concluyó entre lágrimas.
Desde las primeras horas de la mañana, el Palacio de Bellas Artes comenzó a recibir seguidores de la actriz, doña Margarita Rangel Rodríguez, quien viajó desde San Juan Teotihuacán, fue una de las primeras en llegar, reflejando el cariño que la figura de Silvia Pinal generó en diferentes generaciones.
La explanada del recinto se llenó de pancartas y mensajes de agradecimiento. “Hasta siempre, Silvia Pinal, gran mujer, deja un legado con 70 años de trayectoria. ¡Gracias!”, dijo uno de los carteles sostenidos por un admirador.
A las 11:00 de la mañana, el movimiento de cámaras y una larga fila que rodeaba el edificio marcaban la magnitud del evento. Cada aplauso, lágrima y mensaje de cariño se convirtió el homenaje en un emotivo adiós colectivo a una figura irrepetible en la historia del cine y la cultura mexicana.
Silvia Pinal, recordada por sus emblemáticas actuaciones en cintas como “Viridiana” y “El Inocente”, deja una huella en la cultura nacional. Su homenaje en Bellas Artes no solo celebra su talento, sino también su humanidad y el impacto que tuvo en el público que la amó.