La Presa Santa María, el sueño que no vio Don Ismael Díaz

Pocos saben que el proyecto de la Presa Santa María salió de una oficina ubicada en el Centro de la ciudad. A mediados de los 90 empezó con el Cobalpre y hoy se inicia su construcción.

A mediados de los 90 México vivía un momento álgido en el ámbito político. Se cometió un crimen, el del candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio. En la música estaba de moda el rap y se asomaba el “Hip hop”. Y en Mazatlan y en la zona sur surgía un movimiento conformados por ciudadanos, quienes encabezaban un proyecto anhelado por al menos generaciones de 3 décadas atrás. Fue entonces que la figura de Don Ismael Díaz Vasabilbazo, un productor de mango de El Rosario y Escuinapa, veía que las tierras del sur eran ricas, bendecidas, pero le faltaba un complemento, la Presa, en ese entonces recién “bautizada” como Santa María, poblado p1ubicado en plena sierra de El Rosario.

“Mi padre ya había visto que estas tierras podían producir más, yo recuerdo escucharlo decir que desde hace como 30 años se hablaba de este proyecto detonador”, recuerda Ismael Díaz, hijo de Don Ismael Díaz Vasabilbazo. El presidente de la empresa Diazteca se entusiasma para hablar de su padre. De hecho lo hace en su oficina cerca de una foto en donde Don Ismael está sonriendo. Pocos saben que ambos proyectos surgieron desde estas oficinas ubicadas en el “corazón” de la ciudad, entre las calles Angel Flores y Belisario Domínguez, que en los 80 era La Plaza La Concordia, que albergaba tiendas y salas de cine.

“Pues por donde le empezamos, hay tantas cosas de mi padre, pero todo inicia porque veía que las tierras sólo estaban de un ciclo agrícola y esto significaba poca productividad”, señala al abrir la charla.

Fue a mediados de los 90.

Don Ismael, junto con un grupo de ciudadanos como Maria de Jesús Rosete, Patricia Peraza y Yolanda Valdez, conformaron el Comité Baluarte Presidio (Cobalpre). Este comité se encargaría de gestionar y darle seguimiento a los planes de las Presas Picachos y la Sants María. Entonces se empezó a gestar ambas presas integradas en este comité.

Don Ismael empezó a mandar escritos a diputados federales, locales, senadores.

Muchas de esas misivas llegaron a Los Pinos. Pero la respuesta siempre fue la misma. “No hay recursos, no se puede”.

“Muchos políticos no hacían caso a la demanda de Cobalpre, varios se apuntarán como los impulsores, pero la realidad en su momento lo rechazaron, no vale la pena nombrarlos porque tienen otros cargos”, dice.

Sin embargo, recuerda, fueron Marta Tamayo, en ese tiempo Diputada federal y Enrique Jackson, Senador fueron los que empezaron a ver los documentos de este plan hidráulico. Y es que una vez desechado un proyecto que involucraba plan hidráulico de los estados de Nayarit, Sinaloa y Sonora, Cobalpre se refuerza.

“Ya en ese tiempo el Codesin abraza el proyecto y se gestiona con más fuerza, José Luis Hernández Magallon era el dirigente y junto con algunos líderes como Javier Lizarraga se le dio más fuerza”. Sin embargo, el Cobalpre no salía de los cajones de Los Pinos”, recuerda Diaz. Ya en ese entonces con Jesús Aguilar Padilla en el Gobierno del Estado, el Gobierno Federal nada más aprobó un proyecto. No había para más.

O era la Presa Picachos o la Santa Maria.

“Mucha gente le dijo a mi papá que era más importante en ese momento el consumo humano y por eso se empezó con la Presa Picachos y sí era cierto porque yo tenía que pagar pipas para el agua”. Finalmente en verano de 2005 se dio el banderazo de inicio en Picachos…la Santamaría tendría que esperar.

SIGUE EL EMPUJE

A Don Ismael Díaz no se le fue el ánimo. Al contrario, siguió empujando más fuerte sin importar el cambio de Gobierno. Y es que Aguilar Padilla se fue dejando una estela de problemas porque la presa se construyó sin avanzar en el proceso de indemnización de viviendas y bienes en pobladores de decenas de comunidades.

“En ese tiempo mi padre enfermó y desafortunadamente murió, pero la Santa María se seguía gestionando en los diferentes niveles de gobierno” Díaz recuerda una anécdota.

En una visita realizada a Gerardo Vargas, secretario de Gobierno y a Armando Villarreal, titular de Finanzas, se voltearon a ver cuando se les inquirió sobre el
Proyecto de la Santa María. “Pero una vez que ya lo conocieron empezaron a gestionar con más fuerza”.

A la Santa Maria le fue bien con la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Y es que Cristina Díaz, diputada y encargada de la avanzada de la campaña, se reunió con la cúpula empresarial de la zona sur, para saber cuál era el proyecto detonador.

Los presentes en la reunión no lo dudaron. Fue unánime. Era la Santa María el proyecto más importante en el plano agrícola del sur.

Por eso, en junio de 2012, en plena campaña política, Enrique Peña Nieto lo firmó como compromiso presidencial en un acto realizado en Guasave.

“Ahí fue cuando ya dijimos se hizo, ya era un compromiso formal”.

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En el caso de la Santa Maria, dijo, se está ya dando las indemnizaciones a los 60 pobladores, los avalúos los está haciendo el Indabbin, que definirá el precio de los bienes.

“Todo va por buen camino, el asunto de las indemnizaciones, lo jurídico, los canales. No habrá ningún tipo de conflicto, la gente del pueblo sabe del beneficio que esto les traerá”, concluye.

Quizá este viernes en el arranque formal, haya muchos aplausos a los presentes, uno de los que lo hará desde el cielo es Don Ismael. Su sueño, que no vio en vida…apenas empieza.

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