Marca Beltrones su sello al priismo; llega el perdón para Malova

El sonorense señala que el PRI debe abrirse a la ciudadanía y romper ‘candados’ que lo tienen amarrado.

Adrián Luján

Culiacán._Con la corona de la dirigencia nacional del PRI en su sien, Manlio Fabio Beltrones Rivera llegó a Sinaloa con el mensaje entre líneas de que aunque no es el candidato del Presidente Peña, impondrá su marca al partido. Si bien será el candidato único, los priístas concentrados en el Museo Inés Arredondo lo cobijaron. Lo hicieron sentir su líder y Manlio se dejó apapachar.

A su llegada para atestiguar el Tercero y último informe de los Diputados federales fue recibido por los gritos de “Manlio, Manlio, Manlio”. Se sentía un ambiente del priismo de los 70, de los 80. Antes de los tecnocratas de los 90. Es el hijo prodigo de Fernando Gutiérrez Barrios, el que dirigió la Secretaria Federal de Seguridad y que sabía más que los propios presidentes del país. Hoy este rol lo hará Beltrones, que le servirá como una especie de muro de contención al Gobierno de Peña Nieto. Un gobierno federal desgastado. Manlio gozó el informe de los legisladores de Sinaloa. Se sentó codo a codo con el Gobernador Mario López Valdez.

Con el sonrió cada vez que escuchaba su nombre que se desprendía desde lo alto de las butacas del museo. Impecable, de guayabera de color blanco. Afeitado, pues hace meses que no enseña bigote. Mira a su alrededor y observa a los diputados electos, en especial a a David López Gutiérrez, que llegará a San Lázaro por la vía Representación Proporcional.

Así es que cuando tomó el escenario lo dejó en claro: cuando llegue al edificio de Insurgentes Sur cambiará al partido.

Lo hará más incluyente, más participativo y abierto a la ciudadanía, incluso más que a la militancia.

“Nuestro partido deberá tener un mayor compromiso con la ciudadanía, más social, emprender luchas con el sector social.

Y atajó. “Ya basta de candados es hora de soltar las ataduras que hay en el PRI”. Fue este quizá el mensaje más fuerte que arrancó aplausos de los presentes.

Quienes estuvieron muy serios fueron los senadores. Diva con la mirada pedida en el horizonte, por más que sus seguidores gritaban para ella “Ya es hora, ya es hora”. Daniel Amador apenas sonreía dubitativo y Aaron Irizar muy pensativo. Sólo fue efusivo cuando pocos le gritaron a su favor.

Y mientras Beltrones disfrutaba el momento, el Gobernador mandaba señales al público. Estaba de buen humor. Reía con Sergio Torres y con el líder. Quizá Malova ya se sintió priísta de cuerpo entero, luego de abandonarlo para lograr su cometido: la Gubernatura. Junto con los gritos en honor al sonorense, se escucharon aplausos a favor de Paquis Corrales y gritos de los seguidores de Jesús Valdés, cuando se vio su imagen en la pantalla esbozando una sonrisa. La jornada concluyó bien para todos. Para Heriberto Galindo, para Manlio Fabio Beltrones y para Malova, quien ya consiguió chamba en el PRI para el 2017. Ya fue perdonado por el futuro líder del tricolor.