Opinión / Columna / Aarón Irízar López
El Canal del Congreso nace el 18 de marzo de 1998, en un contexto en que México registró cambios trascendentales en diferentes ámbitos de la vida nacional y en donde el Poder Legislativo adquiere un rol de primera relevancia en la definición de la transformación política, económica y social.
Diputados y senadores de la LVII Legislatura impulsaron la creación formal del Canal, y con su reconocimiento en la Ley Orgánica del Congreso General el 31 de agosto de 1999, el Congreso mexicano asumió el compromiso de hacer públicos los debates y trabajos legislativos, emprendiendo una tarea de transparencia informativa, de cara a una ciudadanía cada vez más participativa y reflexiva, fomentando el análisis y debate de los problemas nacionales.
El pasado miércoles 5 de agosto, el Canal del Congreso inició su transmisión en señal abierta de televisión digital para la Zona Metropolitana del Valle de México, lo cual constituye un avance fundamental en la transparencia del quehacer legislativo y en la consolidación democrática del país.
Se cumple con un viejo anhelo de los legisladores y de los ciudadanos de contar de manera gratuita con la señal abierta del Canal. Se estima una audiencia potencial de entre 18 y 24 millones de telespectadores en la Zona Metropolitana. Actualmente, se transmite a través de más de 700 sistemas de televisión por cable en el país, además de los sistemas de televisión satelital. El servicio de televisión restringida tiene más de 15 millones de suscriptores, lo que le permite contar con alrededor de 60 millones de televidentes potenciales.
El Canal del Congreso refleja una visión plural e incluyente, dada la diversidad de voces, temas, conocimientos, propuestas y reflexiones, toda vez que las Cámaras legislativas son el espacio donde se reúnen la mayoría de las expresiones políticas del país. Y se distingue de otros medios nacionales en que no solo tiene un imperativo educativo y cultural, sino también cívico, ya que presenta el debate y la deliberación, a efecto de ofrecer elementos de información y análisis del acontecer nacional e internacional y coadyuvar a una opinión pública mejorada.
El Canal del Congreso representa un modelo de comunicación parlamentaria en toda América Latina, que ha sobresalido por reseñar y difundir la actividad legislativa bajo los principios de objetividad, veracidad, ética, pluralidad, equidad, suficiencia y oportunidad.
En general, representa un logro inédito en la historia del Canal del Congreso, en virtud de que se constituye en una ventana abierta y gratuita para toda la población del Valle de México, posibilitando una mayor audiencia y difusión del trabajo legislativo.
Nuestro Canal llegará a más hogares y familias mexicanas, lo que nos obliga a fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas como condición necesaria para la consolidación de la democracia en nuestro país.