Hace algunos días comentamos en este mismo espacio que al presidente Enrique Peña Nieto se le complicarán las cosas con la elección local en el Estado de México en 2017, tierra de donde es oriundo y que son los comicios por los que apostará todas sus canicas para obtener el triunfo del PRI.
No obstante, los que saben de estos menesteres aseguran que al ejecutivo federal se le acabó el sexenio desde septiembre de 2014 cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los subsecuentes escándalos como la conocida Casa Blanca, además de los alborotos ocasionados por sus más cercanos colaboradores, verbigracia Luis Videgaray y su jacalito en Malinalco.
Por otra parte, a Peña Nieto se le enredan aún más las cosas porque a la baraja que tenía para nombrar sucesor en la candidatura presidencial por el PRI, y sus infaltables cómplices el Verde y el Panal, se le agotaron los ases.
Para empezar, Manlio Fabio Beltrones, aún cuando no es del equipo presidencial, era uno de los más mencionados para abanderar al tricolor.
Con la derrota del pasado cinco de junio queda descartado y más aún cuando este mismo lunes fue defenestrado de la dirigencia partidista, cargándole toda la responsabilidad de la escandalosa debacle tricolor.
El futuro del sonorense es incierto y de acuerdo a los usos y costumbres del gobierno priísta en el poder, no sería lejana la posibilidad de que lo manden a una embajada o de plano le den las gracias.
Luis Videgaray, quizá el más cercano a los afectos del mandatario, los bonos se le fueron al abismo por la errática política económica al frente de la SHCP que tiene sumidos a la inmensa mayoría de los mexicanos en la total indefensión en cuanto a satisfacer las necesidades básicas. Lo peor es que no quieren entender que no entienden.
A Miguel Ángel Osorio Chong titular de la Segob, tampoco se le pueden adjudicar bonos aceptables para competir porque tendría encima un fuego amigo de proporciones mayúsculas y seguro remaría contra la corriente afín al grupo Atlacomulco.
No obstante, si quieren meter orden en el partido el hidalguense sería el más indicado para sustituir a Beltrones porque tiene ascendiente con los gobernadores del PRI y en general con la clase política.
A la vez, se debe nombrar a un secretario de Gobernación que se atreva a hablarle de frente al presidente y que de ninguna manera se trata del subsecretario actual Luis Miranda que está bastante devaluado además de que no tiene la estatura suficiente para una encomienda de esa naturaleza.
Hay quienes señalan al gobernador del Edomex, Eruviel Ávila Villegas, como uno de los que podrían suceder a Peña, el asunto es que el mandatario estatal en estos momentos está abocado a buscar a su propio sucesor y resulta inoportuno distraerse en otros asuntos.
¿Quién le quedaría de emergente?. ¿Acaso Aurelio Nuño Mayer, titular de la SEP quien en los últimos meses ha aparecido más como un golpeador de barrio de quinta, que como un posible hombre de estado?. De ser él el elegido el beneplácito de los partidos de oposición al PRI sería de antología.
Ante ese panorama gris, o más bien negro, al presidente Peña Nieto no le queda más remedio que dar un fuerte golpe de timón para medio recuperar la aceptación que, como nunca en la historia moderna de México, ha caído a niveles del subsuelo.
En fin, lo que más salta a la vista es que Enrique Peña Nieto y su equipo se encuentran en medio de confusiones que ponen en peligro la permanencia del tricolor en la presidencia de la república………………
Nos vemos en otra DIMENSION SINALOENSE……
