Me convenzo una vez más que miles de pobres son quienes “alimentan” nuestro sistema penitenciario nacional.
Víctimas inocentes de nuestro injusto y corrompido sistema judicial.
A continuación una muestra.
Conozco a “Roberto”, un humilde “lavacarros”. De mala pinta, pero buena persona. Noble.
Un día su mujer, quien padece crisis de esquizofrenia, llegó llorando a su casa. Le dijo que unos “plebes” del Conalep (Alemán) se habían burlado de ella y le habían dicho un montón de cosas muy feas.
Roberto salió enca….
En una bolsa trasera del short llevaba una pequeña navaja “multiusos”.
Cuando vio a la bolita de estudiantes les reclamó, en respuesta lo empezaron a empujar y a golpear entre todos.
Eran como seis. Mucha la superioridad numérica.
Ya cuando lo traían en el suelo a patadas, se acordó que traía la “navajita”, como pudo la sacó y le dio un tajo a uno de ellos. Lo sangró en una nalga.
En eso justamente llegó una patrulla de la policía municipal. Lo esposaron, a empujones lo subieron a la unidad y hasta lo “boletinaron” por lesiones dolosas.
Le tomaron fotos y lo turnaron ante el ministerio público.
A los estudiantes montoneros del Conalep no les dijeron nada.
Roberto declaró ante los municipales porque se había dado el pleito. Le ofendieron a su mujer. El, al ver que todos lo estaban golpeando, actuó en defensa propia.
No le hicieron caso.
Lo mismo declaró ante el MP. Pero tampoco le dieron crédito a su versión. Es más, ni siquiera aparece en la averiguación previa.
Para presentar “trabajo” el ministerio público le declaro el auto de formal prisión y Roberto se fue derechito al Cecjude.
Total que su caso llegó finalmente ante un juez penal.
El abogado defensor de oficio presentó el cúmulo de irregularidades y atropellos que se hicieron en contra de este hombre en el proceso.
El juez no tuvo más remedio que soltarlo. Ni un disculpe usted: hace una semana Roberto salió en libertad, después de 7 largos meses.
¿Le parece justo?
Y como esta historia cuántas más no habrá en las cárceles no solamente de Sinaloa, sino del país.
Hasta mañana.