Aunque sea muy su amigo, su colaborador, el presidente le tiene que pedir la renuncia a Alfredo Castillo, director de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE).
Resulta realmente indignante que, por ejemplo, Misael Rodríguez, quien hasta el momento es el único que tiene asegurada una medalla para México en boxeo, haya tenido que salir a “botear” para poder asistir a los Juegos Olímpicos.
Para sufragar sus gastos y sus entrenamientos. Que tristeza. Nulo apoyo. Eso sí, los políticos estarán prestos para colgarse esa medalla. Es ofensivo, también, que los uniformes para los boxeadores olímpicos los hayan tenido que pedir “fiados”. Repito, ante la falta de apoyo de las autoridades que encabeza Alfredo Castillo, quien eso sí, disfruta de los juegos en Brasil acompañado de su novia, con costo al erario público. Pero eso no es todo. Que ya estando allá nuestros atletas a unos minutos de salir a competencia, tuvieran que “parcharles” las playeras porque las marcas de los patrocinadores no eran las autorizadas por el Comité Olímpico Internacional.
¡Qué brutos!. Que desorganización.
¿No le parece demasiados errores?. Estamos haciendo el ridículo a nivel mundial. Alfredo Castillo es el principal responsable de los desastrosos resultados que hasta el momento se han obtenido en los Juegos Olímpicos de Rio, en Brasil. Dicen que el ambiente es tenso en la delegación mexicana. Aunque esto no es nuevo, siempre, en cada olimpiada es lo mismo. México carece de una auténtica política pública en materia deportiva. Y aquí están los resultados. Y mientras políticos como Castillo estén al frente del deporte amateur seguiremos cosechando muchas medallas….pero de mediocridad.
Y del millonario presupuesto de la CONADE de ese ya ni hablamos. Hasta mañana.
