Una nueva tragedia al volante acaba de ocurrir en nuestro querido Sinaloa.
El pasado lunes al mediodía, hora de salida de la escuela, un chamaco de apenas 12 años mató imprudencialmente con un Mustang deportivo a una compañerita de su misma escuela secundaria, dejando a dos más en estado grave.
El chamaco, según los testigos, se “aceleró” y perdió el control del volante y vea lo que sucedió…
¿Por qué les sueltan un vehículo a un niño?
Una personita a esa edad, su hijo, mi hijo, no está ni mental ni técnicamente preparado para estar al frente del volante de un vehículo automotor, señores por favor.
Confundido, temeroso frente a policías y ministerios públicos y supongo que triste también, este jovencito (casi un niño) está enfrentando a su corta edad un proceso judicial difícil. Que tal vez nunca se imaginó.
Qué necesidad.
Saldrá libre, pero de lo que no podrá liberarse es de este trauma, de este terrible episodio en su vida.
Es cierto, es el responsable de este hecho lamentable, pero creo que a quien se debería de castigar realmente es a quien le prestó las llaves del carro para que anduviera en la escuela en él.
No sé, si fue su papá, su tío, hermano mayor, su mamá, algún pariente. Lo ignoro, pero quien haya sido fue un irresponsable, porque así como privo accidentalmente la vida de una jovencita que iba a cumplir sus 15 años, este chamaco también pudo haberse accidentado y morir.
¿Por qué somos los adultos tan, pero tan irresponsables?
Hasta mañana.
