Funden su pasión por el canto en “Kindred Spirits”

 

Entre ópera, zarzuela y bolero las afinidades estéticas, emocionales y espirituales de las soprano Eimy Osuna y Alba Cecilia Rivera; la mezzosoprano Mariela Angulo, el tenor Eduardo Tapia y el pianista Sergio Freeman se hermanaron la tarde de este jueves en el Museo Casa Haas en el recital “Kindred Spirits”.

 

Para abrir el concierto, Eimy Osuna citó a la escritora canadiense L.M Montgmomery quien definió “Kindred Spirits” como espíritus afines forjados a través de momentos de profunda unión entre seres humanos, el entorno, e incluso, con uno mismo.

 

Primero la perfección técnica, la elegancia armonía y la exaltación emotiva llegó con una serie de arias operísticas como “O mío babbino caro”, de Giacomo Puccini; “Tornami a dir che m’ami testo”, de Gaetano Donizetti; “Caro mío ben” de Giusseppe Verdi; “La princesa gitana” de Imre Kálmán Koppstein o “El país de las sonrisas” de Franz Lehár.

 

En esta sección de temas en solitario y dúo destacaron la potencia vocal de Eimy Osuna, la fuerza interpretativa de Alba Cecilia Rivera, la elegancia de Eduardo Tapia, la expresividad de Mariela Angulo y el rigor de Sergio Freeman.

 

Después del intermedio “Kindred Spirits” viró hacia la zarzuela, género lleno de juegos, picardía e intensidad que permitió a los cantantes artistas porteños crear una atmósfera vibrante y colorida con piezas como “Qué te importa que no venga”, de José Serrano; “La habanera del Saboyano”, de Federico Moreno Torroba o “La primorosa”, de Gioachino Rossini en donde las facultades histriónicas de los cantantes se intensificaron.

 

Por último, los boleros cerraron el recital con un ambiente de calidez, sensualidad y nostalgia al ritmo de “Te quiero dijiste”, de María Grever, “Rosa marchita” e “Íntima”, de Tata Nacho, y “Contigo a la distancia”, que le dieron su toque mexicano a una tarde llena de belleza, energía y amistad que los artistas brindaron a su público.