Cada mexicano desecha a la basura, al año, poco más de siete kilos de botellas vacías PET, lo que significa que, en México toda la población genera más de 780 mil toneladas de envases de plástico de refresco, agua, jugos.
Ante esto, con el propósito de reducir el uso y evitar daños al medio ambiente, el senador Aarón Irízar López propuso imponer un impuesto de 50 centavos a esos envases, en presentaciones menores a mil mililitros (un litro), y lo recaudado se destine a la instalación de bebederos en las principales plazas públicas del país.
En su propuesta, el senador por el estado de Sinaloa propone adicionar un inciso de la fracción I, del artículo II de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), señaló que ello se hace necesario toda vez que representan un problema público, ante el cual las instituciones no pueden ser omisas.
Señaló que en los últimos años se ha incrementado en México, de manera considerable, la demanda de plásticos, principalmente por el consumo de refrescos y aguas embotelladas.
El principal uso que se da al PET (polietileno-tereftalato) es para la elaboración de botellas de refresco, que representa el 50 por ciento, mientras las de agua embotellada, un 17 por ciento, lo que ubica al país en el segundo lugar a nivel mundial en el uso de ese tipo de recipientes.
Agregó que además de derivar en un problema ambiental, el consumo excesivo de bebidas embotelladas está asociado a prácticas que son nocivas para la salud, como es el caso de la ingesta de aguas azucaradas, consideradas como una de las principales causas de sobrepeso y obesidad.
Irízar López destacó la necesidad de establecer medidas que desincentiven el uso de envases PET, a fin de prevenir las consecuencias ambientales y a la salud, derivado de su uso indiscriminado.