¿Pasó algo entre ‘El Químico’ y ‘El Peje’?

Por Netzahualcóyotl Ceballos.

Dicen que en política nada es coincidencia ni ningún error se comete por inocencia. Y de ser así, el sábado se dio un mensaje claro de que algo había cambiado entre el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, amigos desde antes de que cada uno ganara su respectivo cargo público.

El sábado, López Obrador realizó su primera visita oficial en Mazatlán y sostuvo una reunión abierta con la ciudadanía en el estadio Teodoro Mariscal, recinto al que por cierto, se le había cortado el agua recientemente tras acusarse de una toma clandestina y falta de pago. En anteriores visitas, el tres veces candidato a la Presidencia de la República siempre se acompañaba por “El Químico” Benítez, con él llegaba y con él se iba, y en los presídiums siempre uno al lado del otro. Esta vez no fue así.

La observación me la dio el periodista Dilan Gómez: en el presídium del sábado, “El Químico” estaba muy apartado de “El Peje”. Si bien es cierto que por orden jerárquico al Alcalde de Mazatlán no le tocaba estar junto al Presidente de la República, también es cierto que fue relegado hasta una orilla, incluso separado por algunos beneficiarios de los programas sociales que se anunciaron una vez más. Quien sí estuvo cerca en todo momento de López Obrador fue el Gobernador Quirino Ordaz Coppel. De hecho, ambos funcionarios se “echaron flores” uno al otro en sus respectivos discursos, como también ocurrió en el municipio de Rosario, en enero, en la primera visita oficial del Presidente a Sinaloa.

Se supo que después del encuentro en el estadio de béisbol, el Presidente de México se fue a dar la vuelta con el Gobernador… y no se llevó al Alcalde para acompañarlo. Según “El Químico”, después del evento se quedó a supervisar la conclusión en el estadio y detalles del Carnaval. Hoy por la mañana, ante los cuestionamientos, declaró que AMLO era “el hombre más inteligente del mundo”.

Está comprobado que Ordaz Coppel es un excelente gestor en la Ciudad de México, no sólo ahí consiguió la candidatura a la Gubernatura de Sinaloa, sino también el Tianguis Turístico, las constantes visitas del expresidente Enrique Peña Nieto y los recursos federales que no han dejado de llegar. Al parecer, su talento también le alcanzó para echarse a la bolsa a López Obrador, quien por cierto, en enero de 2016, este lo llamó “corrupto que quiere seguir robando”, pues Ordaz Coppel había dejado en pausa su Diputación federal por el PRI para buscar la Gubernatura de Sinaloa.

¿Cómo explicar una posible ruptura entre “El Químico” y “El Peje”? Aparentemente Benítez Torres no ha dado motivos. O quizá sí. Algo que se le ha criticado es exhibir a los empresarios acusándolos de robarse el agua y tener tomas clandestinas. ¿Eso? O tal vez puede ser, simplemente, que la astucia del Gobernador fue tanta que el Presidente de México lo quiere como mejor amigo en sus visitas a Mazatlán, en lugar de aquel que lo acompañó desde antes, mucho antes, de llegar a ser Presidente.

Sea lo que sea, es un hecho que hay un distanciamiento con uno y un romance político con el otro. Mientras la ciudadanía no esté en medio de estos recelos y nuevas simpatías, todo estará bien.