Participa el maestro José Ángel Pescador Osuna en el Café Literario de Cobaes 119.

Mazatlán, Sinaloa.- La presencia del exsecretario de Educación Pública de México, el maestro José Ángel Pescador Osuna, dio relevancia al Café Literario organizado hoy por la Dirección de Extensión de la Cultura en el plantel de Cobaes 119, en la comunidad de la Isla de la Piedra, del municipio de Mazatlán.

Maestro de primaria, economista, diputado federal, cónsul de México en Los Ángeles, EUA, y secretario de Educación Pública del país, entre otros relevantes cargos, Pescador Osuna compartió con los jóvenes y padres de familia su experiencia sobre el proceso creativo de la literatura y el importante cultivo del hábito de leer como parte de la formación de los jóvenes.

Expresidente y miembro, asimismo, de El Colegio de Sinaloa, investigador y autor de libros sobre educación, el maestro es poseedor de una de las bibliotecas más nutridas de Sinaloa y gentilmente no sólo estuvo presente en el Café Literario, sino que además donó libros para aumentar el acervo de las bibliotecas de Cobaes.

Con la representación del director general de Cobaes, Sergio Mario Arredondo Salas, la secretaria general, Leticia Serrano Sainz, agradeció la valiosa participación del eminente educador sinaloense, patente en un reconocimiento institucional a su valía y prestigio.

A su vez, la directora de Extensión de la Cultura, Olga Judith Peña Inzunza, habló de la vocación educativa de Cobaes, que no se limita a lo académico, sino que enfatiza también lo cultural y deportivo y pone su grano de arena en lograr una sana convivencia escolar, con programas como “Ambientes de Paz”, mientras que el coordinador estatal de Emsad, Rubén Vega Lugo, destacó la participación de los jóvenes de Isla de la Piedra en las acciones integrales que Cobaes promueve para su formación personal y académica.

En el evento organizado en el marco de las acciones del programa “En modo Cultura” se contó además con la lectura de poemas por parte de los alumnos y un cuento narrado inmejorablemente por una pequeña de 5 años que deleitó a los asistentes con su espontaneidad y dulzura.