Gabinete de Joe Biden: un equipo ya conocido, moderado y con la marca Obama

Los recientes nombramientos de Biden son más representativos de los estadounidenses que el gabinete Trump, en el que hay 19 hombres blancos millonarios y tan solo cuatro mujeres. Al nuevo equipo lo caracteriza una mayor diversidad, formado por veteranos de la Administración Obama y políticamente moderados; rasgos que les ayudarán para ser confirmados por un eventual Senado de mayoría republicana. Sin embargo, son las mismas caras del ‘establishment’ estadounidenses que afrontarán nuevamente los grandes retos económicos, políticos y sociales del país. 

El gabinete de Donald Trump es el más blanco y masculino desde el Gobierno de Ronald Reagan. Actualmente, está compuesto por 20 hombres y cuatro mujeres. Hay solo un afroamericano a la cabeza del Departamento de Urbanismo y una latina como administradora de pequeños negocios.

En su mayoría son hombres blancos y multimillonarios que lideran los Departamentos de Energía, Comercio, Salud, Tesoro, Estado, Defensa, Agricultura y Justicia, entre otros. Los hombres sobrepasan a las mujeres con un margen de cinco a uno en algunos Departamentos. 

Joe Biden no quiere repetir la falta de representatividad y lo ha demostrando en la primera ola de nombramientos, en la que ya ha designado a dos mujeres para liderar la inteligencia nacional y el Departamento del Tesoro (nombramientos históricos) además de un latino para el departamento que maneja la inmigración.

El gabinete presidencial en Estados Unidos está compuesto por 24 personas, incluyendo al vicepresidente. En este grupo selecto están los secretarios de los 15 departamentos ejecutivos (Agricultura, Comercio, Defensa, Educación, Energía, Salud, Seguridad Nacional, Vivienda/Urbanismo, Asuntos para Veteranos, Trabajo, Interior, Estado, Transporte, Tesoro y Justicia) y nueve funcionarios más, entre ellos, el jefe de gabinete, el representante comercial y la directora nacional de Inteligencia.

El presidente tiene que nombrar directamente a cerca de 4.000 funcionarios públicos de los cuales 1.200 tienen que ser aprobados por el Senado. La oficina del Ejecutivo tiene a su mando cerca de cuatro millones de personas contando las fuerzas militares.

Las características comunes del gabinete Biden

Además de darle prioridad a la diversidad, el gabinete de Biden es de carrera. Todos los nombrados hasta ahora tienen al menos diez años de experiencia en gobierno y trabajaron durante la Administración de Barack Obama en cargos muy afines a los que asumirán. Yanet Yellen, que irá al Tesoro, fue directora de la Reserva Federal y lideró el Consejo Económico de la Casa Blanca. Por su parte, Avril Haines ya había sido subdirectora de la CIA y asesora adjunta de Seguridad Nacional.

Son funcionarios que tienen amplio reconocimiento. Linda Thomas-Greenfield ha estado en el servicio diplomático más de 35 años, fue subsecretaria de Asuntos Africanos y trabajó en varias embajadas en el mundo antes de ser embajadora en Liberia. Una experiencia de más de 20 años es la que acumula también Alejando Mayorka en el Departamento de Seguridad Nacional. Estos recorridos en las carteras que ahora liderarán les otorga una legitimidad interna sobre el manejo de los temas y además impulsa al resto de funcionarios al ver que hay formas de crecer en el servicio público.

Otra de las características que relaciona a los nominados por Biden es su posición política. La mayoría son demócratas moderados que creen en el rol del Gobierno pero que defienden los mercados y la libre empresa. De hecho, varios de ellos son graduados de universidades de la reconocida Ivy League (Harvard, Yale, Princeton, Columbia…) y tienen vínculos estrechos con Wall Street y Silicon Valley, como es el caso del propio presidente electo, que recibió grandes sumas de dinero por parte de Google.

Los perfiles de los nombrados facilitan además la aprobación en sus cargos por un eventual Senado de mayoría republicana, que ha manifestado su temor al ala progresista del Partido Demócrata. De hecho, Janet Yellen fue confirmada con apoyo bipartidista como directora de la FED en el 2014, recibiendo 11 votos republicanos, incluyendo los de senadores vigentes como Richard Burr, de Carolina del Norte; Susan Collins, de Maine y Lisa Murkowski, de Alaska.

De los nombres que se conocen hasta ahora, los únicos que no necesitan aprobación por parte del Senado son el del veterano John Kerry, que será el enviado especial para el cambio climático, y Jake Sullivan, asesor nacional de seguridad para la Casa Blanca.

Anthony Blinken – Secretario de Estado

Empezó su carrera política en la presidencia de Bill Clinton y con Barack Obama fue subsecretario de Estado y asesor nacional de seguridad durante tiempos turbulentos en Medio Oriente y en la participación de Estados Unidos en los conflictos en Libia, Siria, Irak y Egipto. Blinken es de una familia de banqueros de inversión en Wall Street, vivió en París parte de su infancia, donde cursó el colegio. Después estudió leyes en Harvard y en la Universidad de Columbia. Fue periodista por un periodo breve y después se dedicó a la política, donde acumula más de 20 años de experiencia.

Alejandro Mayorkas – Secretario de Seguridad Nacional

Nació en Cuba y se mudó a Estados Unidos cuando tenía un año con su familia, que escapaba del régimen castrista. De ser confirmado por el Congreso, sería el primer latino en liderar el Departamento de Seguridad Nacional. Fue Fiscal general de California, director del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de EE. UU. y director adjunto del Departamento de Seguridad Nacional durante la Administración de Obama, en la que se deportó la mayor cantidad de inmigrantes en la historia reciente del país. Según el ‘New York Times’, altos funcionarios de migración recomendaron su nombre para recuperar la confianza con la comunidad inmigrante y satisfacer al mismo tiempo a los moderados.

Janet Yellen – Secretaría del Tesoro

La economista de 74 años sería la primera mujer en convertirse en secretaria del Tesoro y la primera en haber liderado la Reserva Federal (banco central), el consejo de asesores económicos de la Casa Blanca y el Tesoro. Su lucha durante los años que ha estado en el Gobierno ha sido por disminuir el desempleo, aumentar las oportunidades laborales para las mujeres y ayudarle a los pequeños negocios con incentivos como las bajas tasas de interés que mantuvo por largos periodos cuando estuvo en la FED.

En el Tesoro se encargará de manejar la burocracia relacionada a la recolección de impuestos, el manejo de la deuda pública y la implementación de las sanciones internacionales. Su nombramiento ha hecho que los mercados financieros reaccionen de forma positiva.

Avril Haines – Directora Nacional de Inteligencia

Haines trabajó como asesora de Joe Biden cuando este era senador y como viceconsejera en jefe del Comité de Relaciones Internacionales del Senado. Fue directora adjunta de la CIA y asesora de seguridad nacional durante el Gobierno de Obama, reemplazando a Anthony Blinken en ese cargo. De ser confirmada, será la mujer que logre el rango más alto en la inteligencia de Estados Unidos, incluso por encima de Gina Haspel, que hoy lidera la CIA, un organismo que le reporta al director nacional de inteligencia.

Linda Thomas-Greenfield – Embajadora ante Naciones Unidas

Thomas-Greenfield es una veterana del servicio diplomático de Estados Unidos con más de 35 años de experiencia alrededor del mundo. Del 2013 al 2017 fue la subsecretaria de Estado para Asuntos de África. De acuerdo con el ‘Times’, Biden y su equipo verían este nombramiento como un mensaje para restaurar la moral del resto de funcionarios del Departamento de Estado y diplomáticos de carrera que se sintieron ignorados durante los años de Trump.

John Kerry – Enviado especial para el cambio climático

John Kerry fue uno de los artífices del Acuerdo Climático de París y tras conocer su nombramiento, reaccionó en su cuenta de Twitter diciendo que su objetivo será regresar al pacto y hacer que Estados Unidos sea un país líder en la lucha contra el cambio climático. Kerry, de 76 años, es un amigo cercano de Biden e hizo campaña con él. Además, fue Secretario de Estado del expresidente Obama y senador por el estado de Massachusetts. Antes de ser nombrado como embajador del cambio climático, lideró una coalición bipartidista para impulsar a famosos a comprometerse con la causa ambiental.

“Estos individuos son experimentados y han sabido manejar situaciones de crisis. Son innovadores e imaginativos y sus logros en la diplomacia son incomparables”, dijo Biden en un comunicado, en el que agregó que ellos también reflejan la idea de que no se puede afrontar los profundos retos del futuro con pensamientos y hábitos del pasado, ni tampoco sin la diversidad y la diferente perspectiva que ellos aportan. “Por eso los seleccioné”, afirmó el presidente electo.

Sin embargo, es paradójico que para afrontar los nuevos retos climáticos, sociales, económicos y políticos, Joe Biden recurra a los mismos funcionarios de antes, con los mismos hábitos y formas de pensar que desembocaron en los muchos problemas que hoy vive Estados Unidos, acentuados tras la Administración Trump. 

Fueron estos mismos funcionarios que durante el Gobierno de Obama y a pesar de su diversidad, apoyaron la participación en ocho conflictos bélicos, que deportaron más inmigrantes que en administraciones pasadas y que siguieron adelante con la idea del muro fronterizo que después retomó Trump. 

“America is back” repiten varios políticos en esta nueva etapa, pero hasta ahora lo que indican los nombramientos es un regreso al estatus quo, el mismo que sigue generando rechazo y división entre los que piden mayor cambio e inclusión. Y precisamente uno de los grandes retos del presidente electo es superar esa polarización que brotó sin filtros tras la elección más atípica de la historia reciente. 

Fuente: France 24