Modernizar la Cámara de Diputados, reto; covid representó un gran desafío

Sauri Riancho y Rojas Hernández señalan que los trabajos en el Palacio Legislativo no pueden parar, pues se tienen que sacar leyes, incluso las necesarias para atender la pandemia.

Las dos mujeres que han estado al frente de la Cámara de Diputados en la presente Legislatura, Laura Rojas Hernández y Dulce María Sauri Riancho, coinciden en que esa instancia no puede paralizar su actividad legislativa, y mucho menos en medio de esta pandemia, por lo que el Congreso de la Unión debe modernizarse para poder sesionar a distancia y que sus determinaciones tengan plena certeza jurídica.

Ambas legisladoras repasan los momentos que les tocó vivir al conducir las sesiones del pleno y luego, las sesiones semipresenciales. Y coinciden en que el coronavirus implicó un desafío muy grande en términos de mantener funcionando a la Cámara de Diputados.

La diputada federal priista destacó que esa sesión fue semipresencial y, además, maratónica, pues inició el 10 de noviembre para finalizar el 13 de noviembre, y quedó aprobado el gasto público en lo que es la peor crisis económica del país desde 1932, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Ante la negativa de algunos legisladores de no querer usar cubrebocas o respetar las medidas de sana distancia que reiteran las autoridades de salud federales y mundiales, la presidenta de la Mesa Directiva ironizó sobre el hecho de que mejor hacen caso a la instrucción del uso del cubrebocas cuando viajan en aviones que en el Congreso de la Unión.

La expresidenta del PRI nacional aseguró que el miedo es un acompañante de los legisladores, sin embargo, llevó acabo las medidas de prevención para poder guiar las sesiones ordinarias de San Lázaro. Su mayor preocupación en aquel momento, era cada fin de semana que regresaba a Mérida, Yucatán, donde vive con su esposo y su señora madre, por lo que semanalmente se hacía la prueba.

Sauri, quien el pasado 20 de diciembre anunció que dio positivo al coronavirus, explicó que en una ocasión durante el periodo ordinario una de sus pruebas resultó indefinida, sin embargo en una segunda lo descartó.

La presidenta de la Mesa Directiva de San Lázaro sostiene que el mayor reto del Legislativo este 2021 es su funcionamiento al ser una actividad primordial y dar resultados en medio de la pandemia con la ayuda de los reglamentos aprobados para las sesiones semipresenciales.

“La Cámara de Diputados no puede paralizarse porque eso implica que la Legislación, incluso la indispensable para atender la emergencia, no está siendo aprobada, entonces, por eso tenemos que trabajar muy duro en este mecanismo que hemos encontrado, yo diría como la canción de Pablo Milanés, ‘no es perfecta, pero se acerca a lo que yo simplemente soñé’, ¿no?”, expresó.

Laura Rojas Hernández, presidenta de la Cámara de Diputados en el segundo año de ejercicio de la actual Legislatura, aseguró que el Congreso de la Unión tiene que modernizarse y actualizarse para poder sesionar a distancia y tener plena seguridad jurídica en sus determinaciones.

Al final de su periodo al frente de la cámara baja, la panista Rojas Hernández vivió la conducción de los diputados en medio de la incertidumbre de covid-19, por lo que recordó que al inicio de la pandemia el temor que prevaleció es que se pudieran impugnar las decisiones de la Cámara si no se cambiaba la normatividad.

Señaló que es necesaria la modificación a Ley Orgánica del Congreso General y su Reglamento, por el cual presentó ocho iniciativas.

“Yo creo que la Cámara tiene que ser actualizada y modernizada en diferentes ámbitos, y el más evidente es esta parte de sesionar a distancia, que si bien está resuelta a través de este reglamento, que fue aprobado por el pleno, a propósito de los órganos de gobierno, sí creo que necesitarían verse reflejados en el reglamento, y por lo menos en el reglamento y ley orgánica”, opinó.

Señaló que el origen histórico de los parlamentos es la reunión política para discutir y para delimitar los asuntos, entonces, las medidas de distanciamiento que son necesarias en el contexto de la pandemia, impedían trabajar y ningún otro parlamento del mundo estaba preparado para esta contingencia.

Fuente: Excélsior