Por qué celebramos hoy el Día de la Expropiación Petrolera

La Expropiación Petrolera terminó con las injusticias que sufrían los trabajadores por parte de las empresas de petróleo extranjeras.

Han pasado 81 años desde que el entonces presidente Lázaro Cárdenas decretara la nacionalización de la los yacimientos petroleros del territorio mexicano y de los que pertenecieran a empresas extranjeras, por lo que los hidrocarburos pasaron a ser propiedad del Estado.

La expropiación petrolera, que se hizo oficial el 18 de marzo de 1938, se le conoce como resultado de la implementación de la ley de expropiación de 1936 y del artículo 27 de la Constitución Mexicana.

El decreto consistió en la expropiación legal de edificios, instalaciones, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, estaciones de distribución y los oleoductos de las 17 compañías petroleras que operaban en el país, que en su mayoría eran de origen estadunidense y europeo.

¿Por qué se originó la expropiación?

La producción de hidrocarburos estaba controlada por empresas extranjeras, las cuales explotaban a sus trabajadores y los sometían a condiciones deplorables de trabajo. 

Por esa razón, en abril de 1935, se conformó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) con el apoyo del gobierno, para exigir a las empresas que cumplieran y mejorarán sus contratos de trabajo, como por ejemplo, que su jornada laboral fuera de 40 horas, que siguieran recibiendo su salario en caso de enfermedad, que sus familias recibieran una indemnización en caso de muerte o incapacidad y jubilación.

En 1937, al ver que no cumplían sus exigencias, los trabajadores llevaron el pleito ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la cual ordenó que se realizara un peritaje para ver si las empresas contaban con los recursos para satisfacer las demandas del sindicato petrolero. Más tarde, los peritos demostraron que las empresas tenían la suficiente solvencia económica.

Por su parte las empresas rechazaron la decisión de la Junta y llevaron el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que también se mostró a favor del sindicato. Las empresas no estuvieron de acuerdo y comenzaron una campaña con el fin de provocar un colapso económico. Y fue así como el presidente Lázaro Cárdenas expidió, el 18 de marzo de 1938, el Decreto de la expropiación de las empresas petroleras.

Fuente: Milenio