Por Jesús Manuel Tamayo
En las calles rebosa el desconsuelo de todos los hombres y mujeres que sufren la ausencia de un ser querido. Hoy Sinaloa duele y duele de una manera inacabable, El pérfido virus ataca a los más vulnerables con toda su perversidad y su inteligencia, penetra en el cuerpo humano y hace morada en los sitios más débiles hasta provocar el fin de la vida.
Las personas caminan tristes y con poca confianza, las calles son un grito de auxilio, los hospitales son campos de batalla continua, los hombres que visten con bata blanca son lo más cercano a Dios, salvan y curan al enfermo, día y noche mantienen una lucha con nuestro enemigo y algunas veces proclaman victoria y se convierten en luz.
Sinaloa se caracteriza por ser un estado solidario, por fomentar y ofrecer amparo a quien y en donde lo necesite. Ahora somos nosotros los que necesitamos refuerzo y colaboración hermana. La gente está muriéndose en las calles, amigos y familiares se nos van de la manera más desalmada que existe, cierran sus ojos mientras nosotros los llenamos de lágrimas y algunos hasta sangre.
Me duele Sinaloa, me duele este virus réprobo y cruel que solo llegó para destrozar hogares y corazones. Me duele Sinaloa cuando una mujer de setenta años fallece por falta de oxígeno, me duele Sinaloa cuando un niño de catorce años se marcha, me duele Sinaloa cuando en las redes sociales solo se habla de aumento en contagios y decesos, me duele Sinaloa cuando los doctores reclaman por la escases de recursos médicos, me duele Sinaloa y me seguirá doliendo hasta el alma saber que mucha gente partió sin culpa, sin saber si quiera lo que pasaba, sin darse cuenta por donde llegó el virus.
Aplaudo a toda la gente que ha demostrado valentía y eficacia en este y en todo acto de contingencia, que demuestra sus valores y su respeto, que brinda su ayuda sin pedir nada a cambio, que está siempre en buenas y malas, que corre a buscar medicamentos, que no duerme por pensar en su familiar internado en una sala con luces delirantes.
Aplaudo la responsabilidad que han tenido los hombres en las calles, los aplaudo porque no soy quien para bendecirlos, yo soy solo el chofer de un autobús que conduce diariamente por las calles del centro, soy quien recoge la basura cada tercer día afuera de tu casa, soy el que tiene la carreta de tacos y hago entregas a domicilio, soy el trabajador del Oxxo, soy quien te limpia el vidrio del carro en un semáforo, soy el que te toma la temperatura en el supermercado, soy el músico que toca en una marisquería, soy quien reparte las tortillas en tu cuadra, soy el que vende gas y agua, soy tu vecino jubilado, soy el mecánico que abro las 24 horas y todo por mantener a mi familia, o quizá sea el maestro que te da clases en línea con la sonrisa abierta y el corazón destrozado por que hace poco perdí a un amigo. En este momento yo soy tú y tú eres todos.
Desde Choix hasta Escuinapa Sinaloa merece un abrazo…
Ttiste realidad de lo que está pasando hoy en la actualidad a personas, familias, ciudades, estados y mundo entero, todo el mundo llora y se pregunta el porque de todo esto, de este virus tan agresivo, que nos mata, porque la.mano del hombre fue capaz de crear esto , y ahora se le salio de la mano que la misma mano del hombre no lo puede detener, ayudemosnos nosotros mismos quedandonos en casa.