Por qué AMLO quiere contratar desde hace años a médicos cubanos

En México hay por lo menos dos experiencias de contratación de los servicios médicos cubanos, en los que se destaca a Lázaro Cárdenas Batel, nieto de Lázaro Cárdenas del Río, como uno de los principales intermediarios

La contratación de médicos cubanos sigue generando polémica entre los mexicanos, pues a pesar de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) abrió una convocatoria para que profesionales de la salud nacionales obtengan una plaza en el sector público, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) continúa defendiendo la llegada de los especialistas de Cuba.

Sin embargo, está no es la primera vez que se intenta traer a los trabajadores de la salud a los hospitales mexicanos, pues hay por lo menos dos experiencias de contratación de los servicios médicos cubanos en el país, en los que se destaca a Lázaro Cárdenas Batel, nieto de Lázaro Cárdenas del Río, como uno de los principales intermediarios.

La primera contratación de profesionales cubanos en el país la realizó el gobierno de Michoacán en 2002, encabezado por el gobernador Lázaro Cárdenas Batel, hijo del tres veces candidato a la presidencia de México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En su momento y ante el aumento del analfabetismo en la entidad, el gobernador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) compró al régimen cubano el programa de Alfabetización Alfa-Tv y con ello, a 40 asesores que ayudarían a coordinar y reforzar las clases.

De acuerdo con el gobierno estatal, el primer presupuesto que se utilizaría para combatir el analfabetismo era de 12 millones de pesos, sin embargo, en su texto Situación Educativa del Estado de Michoacánel programa y la contratación de los isleños costaría al año 25 millones 382 mil pesos.

Asimismo, el entonces mandatario estatal aseguró que los profesionales cubanos, quienes llegaron al país en 2003, recibirían 200 pesos diarios con el fin de reducir el analfabetismo en 8 mil personas adultas en un primer momento.

No obstante, el titular de la Secretaría de Educación del Estado, Manuel Anguiano Cabrera, declaró que los casi seis mil pesos al mes incluían gastos de hospedaje, alimentación, transporte y objetos de aseo.

Además, según informaron medios locales, los trabajadores paseaban en automóviles nuevos y rentaban casas en zonas exclusivas por encima de los 12 mil pesos mensuales.

Mientras que el vocero del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la entidad, señaló, de acuerdo con la revista Nexos, que con esos recursos se podría haber contratado a 500 maestros michoacanos durante un año.

Por su parte, una auditoría de la Facultad de Contaduría de la Universidad Michoacana -se lee en la revista- evidenció que el gobierno de Cárdenas Batel gastó 100 millones de pesos por el programa sin encontrar con documentos que justificaran el ejercicio de los recursos o los resultados.

En cuanto a personal de salud, la administración estatal no contrató a los médicos cubanos porque tendrían que revalidar sus estudios, sin embargo, varios trabajadores se incorporaron como asesores en diversos programas de salud de su gobierno.

A esta primera ola se suma la llamada Misión Milagro, un proyector puesto en marcha en 2004 entre Cuba y Venezuela con el fin de llevar a personas de bajos recursos con problemas oculares a Caracas, Bolivia y Argentina y operarlas en los países con equipos de oftalmólogos cubanos.

Según reportó en julio de 2021 el Ministerio de Salud Pública de Cuba, durante 17 años se atendieron a más de tres millones 177 mil personas de 34 países, no obstante, según un telegrama de la embajada de Estados Unidos en México publicado por el periódico El País, los pacientes que regresaban a sus respectivos países se convirtieron en activistas bolivarianos que mantenían contacto unos con otros y tendían a unirse a movimiento sociales.

Además, aunque el proyecto operaba en estados como el entonces Distrito Federal (hoy CDMX), Hidalgo, Michoacán y Tamaulipas, Misión Milagro no pudo establecer sus sedes en el país, ya que en su momento a los médicos del régimen cubano se les exigió comprobar sus estudios, así como que no era necesaria su llegada porque en el país ya operaba el Seguro Popular, que cubría los servicios.

La segunda oleada de profesionales cubanos al país llegó en 2020 para enfrentar la emergencia sanitaria del COVID-19, sin embargo, las negociaciones para traer a los médicos isleños se remontan desde el 2018 con el presidente López Obrador y Lázaro Cárdenas Batel como actores principales en la contratación.

Y es que, poco tiempo después de tomar la presidencia en 2018, el mandatario federal fue cuestionado sobre una posible negociación para traer médicos del régimen cubano que laboraban en Brasil con el objetivo de cubrir la atención sanitaria en zonas alejadas.

Sin embargo, los rumores continuaron a tal punto de señalar que el mandatario federal y el ahora coordinador de asesores del presidente, Cárdenas Batel, estarían negociando la contratación de 3 mil médicos cubanos que trabajaban en Brasil a través del programa Mais Médicos (Más Médicos) y que el gobierno cubano ordenó retirar tras la llegada al poder de Jair Bolsonaro.

Fue hasta el 11 de julio de 2019 que la Secretaría de Salud (SSa) desmintió los rumores sobre una supuesta contratación. A través de un comunicado, la dependencia informó que era “completamente falso” que se haya firmado un acuerdo con autoridades cubanas para la contratación de médicos de ese país

Salud aclaró que, como se difundió en su momento, del 25 al 28 de junio de ese año se recibió la visita del ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, la cual tuvo como objetivo fortalecer los lazos de cooperación técnica en materia de salud entre ambos países.

“Las conversaciones se dieron en el marco del Grupo de Cooperación en Salud instaurado en 2017 y que sesionó, por primera vez, en 2018. Se acordó programar la siguiente reunión, a la brevedad, para consolidar la cooperación en los siguientes rubros: fortalecimiento de capacidades de los profesionales de la salud, asuntos regulatorios, cooperación científica y técnica, medicamentos y modelos de atención”, se lee en el texto.

Tras la aclaración, en de abril de 2020 llegaron a México médicos cubanos como parte de una estrategia para enfrentar el coronavirus en el país, tema que generó molestia entre el personal de salud mexicano e integrantes del bloque opositor, pues denunciaron que la administración federal y la de la Ciudad de México contrataron presuntamente a profesionales cubanos que no contaban con título universitario que respaldara su experiencia.

En respuesta, la Secretaría de Salud de la CDMX (Sedesa) aclaró que los 585 médicos contratados por el Gobierno capitalino estaban acreditados por el Ministerio de Salud de la isla y no eran “falsos”; asimismo, explicó que el acuerdo con el régimen cubano incluyó asesoramiento, organización y administración de los sistemas de salud, capacitación para clasificar los casos y atención al paciente por profesionales sanitarios, en las regiones y unidades médicas de salud.

Fuente: Infobae