Sólo un escalón separa al euro del dólar; el BCE está en un dilema

Por: Redacción

Mazatlán, Sinaloa. (QPEM). Depreciación o recesión, esa es la cuestión. Como en el discurso del príncipe Hamlet, la caída del euro muy cerca de la paridad con el dólar pone al Banco Central Europeo (BCE) en una posición de disyuntiva. Mientras su moneda se deprecia y la inflación aumenta, el riesgo que conlleva subir las tasas dificulta respaldarla.
Con el dedo tenso en el gatillo de la política monetaria, esta autoridad europea está en una posición difícil. La depreciación de la moneda común de la eurozona frente al dólar, divisa ponderada en comercio, hace más caras las importaciones, pero un alza de tasas suficiente para combatir la inflación podría deteriorar su economía.

Una depreciación histórica
La historia del euro, moneda única de la eurozona, es relativamente corta. Se introdujo en 1999 como la divisa común de los países miembros, regida por el Banco Central Europeo. Fue en 2002, no hace tanto tiempo, cuando dejó de ser utilizado solamente en operaciones electrónicas y empezó a circular como billetes y monedas.

Actualmente cotiza en alrededor de 1.0180 unidades por dólar y en su cresta más cercana, el tipo de cambio llegó a ubicarse sobre un máximo de 1.2000 unidades. En al menos tres marcados y largos periodos superó, perdió y recuperó este nivel, pero sólo en uno cotizó por debajo de la línea del dólar. Eso último podría cambiar.
Las complicaciones económicas en la eurozona debido al efecto que tiene la guerra entre Rusia y Ucrania en los precios de la energía, así como las presiones inflacionarias y unas claras señales de desaceleración han impactado en el euro. El temor a la recesión hoy lo tiene a unos pasos de la paridad con la divisa de Estados Unidos.

En su máximo nivel histórico, el euro llegó a cotizar en 1.6000 unidades, redondeando el promedio obtenido de cuatro plataformas de negociación, en julio de 2008. Tal registro se observa incluso más lejano que aquel con el que inició sus operaciones hace 20 años, con menos de un dólar (0.9038) por cada unidad del euro.

¿El BCE corre detrás de la Fed?
La reactivación de la economía tras la peor parte de la pandemia, el efecto de la invasión de Rusia a Ucrania sobre los precios del gas en los mercados y las afectaciones en las cadenas de suministros trajeron de regreso a un temido enemigo que se creía muerto en Europa: la inflación. Se trata de la principal presión sobre el euro.

Mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos se ha mostrado realmente decidida a combatir una insistente presión sobre los precios, incluso a subir sobre el nivel neutro, el primer movimiento de BCE está en camino: sumaría 25 puntos base en julio contra 150 puntos básicos que concretó ya su par estadounidense.

En un tiempo en que cada semana se conocen más señales de dificultad en el panorama económico, el desempeño de ambas divisas es marcado por el ritmo de alzas de tasas de interés. En este 2022 el dólar se fortalece como refugio; el euro pierde terreno contra el billete verde, y eso también le sucede en otros frentes.

Contra al peso mexicano, por ejemplo, la divisa del bloque europeo pasó de más de 23 unidades a cotizar cercana a 20.80 en lo que va del año, con una pérdida de casi 10 por ciento. El Banco de México también ha mostrado persistencia en el combate abierto al entorno inflacionario, con fuertes subidas a las tasas de interés.

Quizás sea ese factor el causante de que, a pesar de haber delineado una estrategia para reducir la inflación, el euro todavía continúe en caída lenta pero constante. El anuncio de aumentar las tasas 0.25% parece haber sido descontado por los operadores, sin presentar grandes sorpresas entre los participantes del mercado.