Que pasa en Mazatlán

Alerta por pico de plagas de septiembre: SIFSA

Redacción

Mazatlán, Sinaloa QPEM. Emmanuel Rosales, experto SIFSA en manejo sustentable de fauna nociva, informó que, de acuerdo a la secretaría de Salud, se proyecta un disparo de contagios de dengue para finales de septiembre. ¿La razón? Se están reuniendo las condiciones más propicias para la presencia de la plaga de mosquitos.

El especialista señaló que en el boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud está haciendo una proyección del disparo en el número de casos probables y confirmados para los siguientes días, debido a que, históricamente, las autoridades han estudiado los ciclos de reproducción de los mosquitos portadores de modo que, con las lluvias, los huevecillos que depositan los mosquitos a lo largo del año se humedecen y se convierten en larvas. “Estos huevecillos pueden durar en ambientes secos hasta un año. Suelen estar en recipientes vacíos tales como botellas, llantas, latas o tinacos. Por lo mismo, abundan en los basureros o depósitos de chatarra” señaló.

Los datos de las autoridades de salud confirman un disparo de casi el doble de casos de dengue en México desde mediados de junio, que ha crecido de manera exponencial en pocas semanas. La proyección ha confirmado una cifra 6 veces mayor para principios de septiembre de 2023. Esta tendencia apunta hacia cerrar este mes con más de 11 mil casos confirmados, cuando en 2022 se confirmaron para esa fecha 3,134. El 73% de los casos confirmados corresponden a Quintana Roo, Veracruz, Yucatán, Puebla y Morelos. Emmanuel Rosales informó que SIFSA ha estado desarrollando campañas de manejo integrado de plagas con medidas de prevención entre familias, escuelas primarias y secundarias, a fin de eliminar espacios con agua estancada.

En específico, subrayó que cuando la presencia de mosquitos es muy grande, o bien hay población que sesté en riesgo, SIFSA tiene un programa completo de prevención y control de vectores (insectos transmisores) que se compone de tres fases:

El control químico de vectores adultos.
La aplicación de insecticidas específicos en los hábitats en donde existe actividad de larvas.
La fumigación de interiores con efecto residual.