Redacción
Mazatlán, Sinaloa. QPEM. (Fuente: La Silla Rota) Durante la homilía del domingo 11 de febrero, el padre José Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello; pidió a sus feligreses reflexionar sobre la responsabilidad que todos tenemos como sociedad en la propagación de la violencia que está afectando en la calidad de vida de todos los que vivimos en el país.
El sacerdote, que ha denunciado los casos de violencia que se viven en el estado de Guerrero, principalmente en la sierra y zonas marginadas, hizo el llamado a reflexionar son los pensamientos de indiferencia que invisibilizan a aquellos que “están siendo destruidos por la violencia”, pues señala que no atendemos la violencia mientras no nos afecta a nosotros.
El padre Filiberto Velázquez recalcó a sus feligreses la responsabilidad que todos tenemos como sociedad en la proliferación de la violencia, ello porque hemos dejado de actuar para combatirla desde nuestra trinchera personal bajo la comodidad que nos otorga la presunción de que el Estado es quien debe garantizar nuestra seguridad y es el responsable de impedir que se cometan infracciones y delitos, lo que nos quita responsabilidad de respetar y acatar la Ley.
Y agregó: “antes de que existiera esa estructura de estado que tenemos ahorita, ¿Quiénes son los primeros responsables de la seguridad de sus familias”, cuestiona el padre y responde, “tú, pero se la estas dejando a los maestro, a las escuelas, al policía, a la catequista. Tú eres quien tiene la primera RESPONSABILIDAD de que tus hijos sean seguros, de que nadie abuse de ellos, de que nadie los violente”.
“Y después en sus colonias quienes son responsables, los vecinos, pero ya no los conocemos”, recalca como premisa que desconfianza que lleva a la falta de organización vecinal para abordar la seguridad de todos, por lo que al final, nuevamente volvemos a voltear al Estado para que sea este quien, sin que nosotros hagamos algo, nos proporciones seguridad, “un policía para cada casa”, únicamente porque “pagamos impuestos”, acusa el padre.
El padre recalcó que estos comentarios no son para quitar la responsabilidad del Estado, “porque el Estado también es responsable de esto”, sino para reflexionar que cuando tenemos “actitudes individualistas y excluyentes lo que tenemos es una sociedad cuyo tejido está roto”, lo que al final orillará a los jóvenes y a cualquier otra persona a la delincuencia.
Además cuestionó la falta de atención a las víctimas de la violencia pues señala que eso hace que tengamos una sociedad que está llena de “rencor”, “coraje”, “venganza”, “dolor”, lo que genera un circulo de violencia en el que quien es atacado ataca y viceversa, y no paramos con este círculo vicioso.
“Todo esto es porque nosotros no hemos inculcado los valores, no los hemos vivido, tenemos que superar esas barrera invisibles que nos hemos autoimpuesto nosotros” y que no nos permiten romper con la violencia. “Tenemos que reflexionar lo que estamos haciendo nosotros,…, tenemos que cambiar esa actitud”.
“Tenemos que involucrarnos (todos como sociedad) si queremos un mejor Chilpancingo”, sentenció el padre Filiberto.
“Todos los municipios tienen un padrino del crimen”
El padre Filiberto aseguró que en Guerrero, todos los municipios cuentan con un padrino del crimen organizado y que las disputas entre los grupos delincuenciales y los personajes políticos han provocado ingobernabilidad en la región.
“Todos los municipios tienen su padrino. Usualmente (…) un padrino, digamos del crimen organizado”, afirmó a LatinUs.
El sacerdote se refirió al caso de la alcaldesa de Chilpancingo con licencia, Norma Otilia, quien julio del año pasado fue exhibida en reuniones con líderes de Los Ardillos.