Las intensas lluvias que azotan la isla de Sicilia han generado severas inundaciones en la región noreste, afectando a múltiples localidades y obligando al cierre de carreteras y escuelas.
Desde el pasado martes, la provincia de Catania se mantiene en alerta debido a las precipitaciones continuas, lo que ha llevado a los bomberos a realizar más de 60 intervenciones en un solo día.
La situación es especialmente crítica en localidades como Torre Archirafi y Giarre, donde el desbordamiento de arroyos ha causado que numerosas viviendas y comercios resulten inundados. En Catania, el alcalde Enrico Trantino anunció el cierre de escuelas a través de redes sociales, destacando que la seguridad de los estudiantes es una prioridad en medio de esta emergencia. “Nuestras escuelas necesitan intervenciones serias de readiestramiento, que comenzamos a implementar gradualmente, aunque el camino sea largo”, declaró Trantino.
En la autopista A18, que conecta Messina y Catania, las inundaciones en varios tramos han dejado vehículos atrapados y complicado el tráfico, dificultando el acceso a servicios de emergencia. Los municipios de Giarre, Acireale y Linguaglossa han sido los más afectados, donde equipos de rescate, incluyendo buzos y rescatistas fluviales, trabajan arduamente para atender la situación.
La Protección Civil, bomberos y voluntarios han movilizado recursos adicionales para enfrentar la emergencia y evaluar los daños en las áreas afectadas, mientras que los meteorólogos han registrado en Giarre acumulaciones de hasta 350 mm de lluvia en solo seis horas, exacerbando el riesgo de desbordamientos.
Las autoridades italianas han instado a la población a mantenerse informada sobre la evolución de las condiciones meteorológicas en las próximas semanas y a seguir las recomendaciones de seguridad para minimizar riesgos y evitar mayores daños en la isla.