En una decisión que ha generado amplio debate, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que prohíbe los procedimientos de reasignación de sexo en menores de 19 años. La medida incluye la prohibición de tratamientos hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugías de cambio de género, y afecta a todas las instituciones que reciben financiamiento federal.
Una postura firme desde la Casa Blanca
La administración de Trump justificó la orden bajo el argumento de que “la política de Estados Unidos es no financiar, patrocinar, promover, asistir o apoyar la llamada ‘transición’ de un niño de un sexo a otro”. La Casa Blanca declaró que hará cumplir rigurosamente todas las leyes que prohíban o limiten estos procedimientos, calificándolos de “destructivos y que alteran la vida”.
La orden ejecutiva, en su texto, expresa: “En todo el país, los profesionales médicos mutilan y esterilizan a un número cada vez mayor de niños influenciables. Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar”.
El respaldo de Trump en Truth Social
El mandatario celebró la medida a través de un mensaje en su plataforma Truth Social, donde afirmó que la nación “ya no financiará, patrocinará, promoverá, ayudará ni apoyará los llamados ‘cuidados de afirmación de género’, ya que han arruinado bastantes vidas preciosas”.
Además, se estableció que los planes de seguro de salud para empleados federales y del Servicio Postal dejarán de cubrir tratamientos de reasignación de género pediátricos a partir de 2026. El Departamento de Defensa también modificará su programa TRICARE para eliminar la cobertura de estos procedimientos.
Revisión científica y futuro de la política de género
La orden también encarga al nominado a secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., la publicación de un informe en un plazo de 90 días para revisar la literatura científica sobre el tratamiento de menores con disforia de género, incluyendo casos de disforia de género de inicio rápido.
Trump calificó estos procedimientos como “bárbaros” y afirmó que “nunca se debería haber permitido que tuvieran lugar”.
Un panorama legal en evolución
Actualmente, más de la mitad de los estados de EEUU han aprobado leyes que restringen estos tratamientos, y la Corte Suprema, con una mayoría conservadora, ha mostrado inclinación por permitir que los estados impongan prohibiciones. Según un estudio del Instituto Williams de la UCLA, de los 1,6 millones de personas que se identifican como transgénero en EEUU, más de 300,000 tienen entre 13 y 17 años, y un tercio vive en estados donde estos procedimientos médicos ya están prohibidos.
Desde su llegada al poder, Trump ha promovido políticas que refuerzan la idea de dos géneros biológicos, masculino y femenino, eliminando directrices de administraciones anteriores que protegían los derechos de las personas transgénero en el ámbito sanitario y educativo. Esta nueva orden refuerza su postura y podría generar un intenso debate en los próximos meses sobre los derechos y el acceso a atención médica de la comunidad trans en EEUU.
MG.