Redacción
Mazatlán, Sinaloa. Universidades, bancos, iglesias e, incluso; la plataforma digital Google y todas las instituciones públicas y privadas del país, estarán obligadas a entregar a las autoridades federales información personal y biométrica que tengan de personas reportadas como desaparecidas.
Ayer el Senado recibió la iniciativa presidencial para mejorar el procedimiento para la búsqueda y localización de personas desaparecidas, la cual plantea que la CURP se convierta en la identificación oficial del país, misma que contendrá huella dactilar y fotografía. La propuesta de la mandataria establece que los particulares que no cooperen con las autoridades que les soliciten información serán multados hasta con dos millones 262 mil pesos, que es el equivalente a 20 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
Para mejorar el procedimiento para la búsqueda y localización de desaparecidos, los particulares estarán obligados a entregar a las autoridades imágenes o mediciones generadas por satélites, aeronaves no tripuladas o mediante otras tecnologías.Las instituciones públicas y privadas del país, como los hospitales, universidades como la UNAM, bancos, iglesias y hasta la plataforma digital Google, estarán obligadas a entregar a las autoridades federales la información personal y biométrica que tengan de personas reportadas como desaparecidas, sin que medie una orden judicial. En vigor desde el 17 de noviembre del 2017, la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, permite al Estado mexicano a acusar a un particular del delito de desaparición forzada e incluye una serie de agravantes, a fin de castigar a integrantes del crimen organizado que toman para ellos las vidas de los ciudadanos.
Detalla que todas las instituciones públicas y privadas del sector financiero, transporte, salud, telecomunicaciones, educación, paquetería, seguridad social e incluso iglesias, deberán entregar la información que se requiere, porque considera que los datos biométricos son fundamentales y, por eso, plantea que la CURP se convertirá en la identificación oficial del país, desde que se nace y contendrá la huella dactilar y la fotografía.