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“No son los corridos, son los padres”: Adrián Marcelo arremete contra censura tras polémica con Luis R. Conriquez

La controversia estalló el pasado 12 de abril en el Palenque de la Feria del Caballo de Texcoco, donde el cantante Luis R. Conriquez fue abucheado y enfrentó una trifulca por parte del público luego de negarse a cantar corridos, el género que lo catapultó a la fama. La decisión del artista obedecía a una prohibición impuesta por el recinto, que había firmado previamente un acuerdo para evitar este tipo de canciones.

Lo que parecía un concierto más terminó convirtiéndose en una conversación nacional sobre la censura, la cultura popular y la educación en casa. Uno de los primeros en reaccionar fue el polémico youtuber Adrián Marcelo, quien no dudó en lanzar una crítica frontal a quienes apoyan estas restricciones.

“La culpa no es de los corridos, sino de los padres”

A través de su cuenta en X, Adrián Marcelo dejó en claro su postura: “Hay una parte de la cancelación de los corridos que no me gusta y tiene que ver con la censura, pero lo que más me puede es que utilicen la narcocultura para eximir su responsabilidad como padres”, escribió.

El regiomontano fue más allá y sentenció que un niño bien guiado puede consumir cualquier tipo de contenido sin perder la noción de lo que es real y lo que es ficción. “A México no lo tienen empinado unos cabr** cantando corridos, lo tienen empinado los padres mediocres y ausentes”, remató.

Su comentario, como era de esperarse, desató una lluvia de reacciones encontradas: algunos lo aplaudieron por señalar un problema más profundo, mientras que otros lo criticaron por minimizar el impacto de ciertos contenidos musicales.

Conriquez se defiende: “No los dejé de cantar por gusto”

Horas después de la polémica, Luis R. Conriquez aclaró en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva que no se trató de una decisión personal dejar fuera de los corridos del setlist. Según explicó, su equipo ya había firmado un acuerdo con los organizadores, en el que se comprometían a evitar el género durante la presentación. En caso de incumplir, el sonido sería apagado de inmediato.

“No es que yo no quiera cantar corridos, pero uno tiene que respetar. De esto vivimos muchos y no vale la pena arriesgarlo todo por una canción”, dijo el intérprete, quien también aseguró que seguirá cantando corridos en los lugares donde se lo permitan.

¿Censura o control?

Este episodio vuelve a abrir el debate sobre la censura en la música y los límites de la expresión artística en México. Mientras que algunos sectores defienden la medida como una forma de proteger a la juventud de la apología del narcotráfico, otros la ven como un intento fallido de resolver un problema social desde la superficie, sin atacar las verdaderas raíces.

Lo cierto es que los corridos –belicosos o no– siguen siendo uno de los géneros más escuchados del país, y su presencia no desaparecerá fácilmente de los escenarios. ¿Es la música el enemigo o solo el reflejo de una realidad más incómoda?

La discusión apenas comienza.

 

 

MG.