En lugar de huevos de gallina, esta Pascua en Estados Unidos llegó con papas teñidas, malvaviscos pintados y hasta brownies en forma de huevo. ¿La razón? El precio de los huevos se disparó a niveles históricos, obligando a millones de estadounidenses a repensar una de sus tradiciones más arraigadas.
Con un precio promedio de 6.23 dólares por docena en marzo, los huevos se convirtieron en un lujo que muchos prefirieron evitar. El incremento, provocado en gran parte por una fuerte ola de gripe aviar que redujo drásticamente la población de gallinas ponedoras, dejó su huella justo en la época donde más se demandan.
Cuando la tradición se adapta (y ahorra)
En un país donde la Pascua va de la mano con la cacería de huevos decorados, el golpe al bolsillo no tardó en reflejarse. Granjas familiares, comercios y consumidores individuales buscaron soluciones creativas para no cancelar la fiesta.
Un caso emblemático es el de Young’s Jersey Dairy, una granja en Ohio que durante 40 años compraba hasta 10,000 huevos para su evento pascual. Este 2024, optaron por huevos plásticos con cupones para paseos en carrusel. Según dijeron al New York Times, fue una medida tanto económica como logística, ya que temían no encontrar suficiente stock. Lo que antes costaba unos 3,000 dólares en huevos, este año se donó a bancos de alimentos. Y lo mejor: el público aplaudió la iniciativa. “Lo importante era seguir celebrando”, dijeron los organizadores.
¿Huevos? Mejor papas
En redes sociales como TikTok e Instagram, la creatividad floreció con fuerza. Papas baby pintadas, malvaviscos sumergidos en colorante y hasta fideos gigantes decorados con témperas se convirtieron en las nuevas estrellas de Pascua.
La influencer Rachel Anderson compartió un video viral en el que pinta malvaviscos gigantes. “¡Me divertí más que con los huevos de siempre!”, confesó. Mientras tanto, el blog Rose Bakes publicó una guía paso a paso para teñir papitas pequeñas: “Son fáciles de encontrar, baratas y adorables”.
Incluso sitios especializados como The Spruce y The Craft Patch lanzaron tutoriales con ideas para reinventar la Pascua sin gastar de más. El mensaje fue claro: celebrar no tiene por qué ser caro, ni depender de un solo ingrediente.
La industria responde
El fenómeno no pasó desapercibido para las grandes cadenas. Michaels, la tienda de manualidades, reportó un aumento del 20 % en ventas de kits de decoración sin huevos reales. Sus opciones incluyen moldes de plástico, pinturas y adhesivos para mantener la tradición sin necesidad de refrigeración.
La empresa Paas, famosa por sus kits para teñir huevos, también viró su estrategia. En sus redes sociales, ahora promueven “ambientaciones primaverales sin huevos”, con dulces y materiales alternativos como protagonistas.
Incluso Walmart mantiene una línea fuerte de huevos de plástico reutilizables con tintes incluidos, adaptándose a las necesidades de los clientes sin depender de los vaivenes del mercado alimentario.
¿Cambio temporal o nueva costumbre?
Aunque los precios mayoristas comienzan a estabilizarse, la inflación acumulada (con un aumento interanual del 60.4 % en el precio de los huevos) ha dejado claro que las tradiciones también pueden evolucionar cuando las circunstancias lo exigen.
En lugar de desaparecer, la Pascua de 2024 se transformó en un experimento nacional de ingenio y adaptación, donde lo importante no fue el material decorado, sino la experiencia compartida. Y en ese sentido, las papas, los malvaviscos y la imaginación cumplieron con creces.
Esta Pascua, Estados Unidos demostró que ni siquiera una crisis de huevos puede romper el espíritu festivo. Al contrario: lo reinventó con sabor, color… y un poco de almidón.
MG.