En un clima de tensión global por la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, el presidente Donald Trump aseguró este jueves que “todos los países, incluido China”, están interesados en sentarse a negociar sobre los aranceles que su administración ha impuesto en los últimos meses.
La declaración la hizo a través de Truth Social, su propia red social, donde también reveló que recientemente sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y recibió a representantes de Japón. Este mismo jueves, Trump se reúne en la Casa Blanca con la primera ministra italiana, Georgia Meloni, en lo que podría marcar un punto clave en las tensas relaciones comerciales entre EE.UU. y Europa.
Aranceles por las nubes… y en pausa
Desde que Trump anunció un arancel base del 10% a todas las importaciones extranjeras, la comunidad internacional ha estado en alerta. Para la Unión Europea (UE), las tasas escalaron hasta un 20%, aunque el mandatario estadounidense concedió una moratoria de 90 días para abrir la puerta a negociaciones. China, por su parte, no ha recibido la misma tregua: los aranceles Mutuos ya alcanzan un 145%.
”Hoy, todos quieren hablar. Incluido China”, escribió Trump, reafirmando su postura de que los aranceles están fortaleciendo la economía estadounidense: “Los precios del petróleo han bajado, los comestibles (¡hahaha los huevos!) han bajado, y EE.UU. se está haciendo RICO CON LOS ARANCELES”
Meloni, la emisaria europea
La visita de Georgia Meloni no es solo una cita bilateral. La líder italiana se convierte en la primera dirigente europea en reunirse cara a cara con Trump desde la entrada en vigor de las nuevas tarifas comerciales.
Llega a Washington con la misión de actuar como puente entre la Casa Blanca y Bruselas, en medio de conversaciones estratégicas impulsadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
”Sabemos que estamos en un momento difícil. Soy consciente de lo que represento y de lo que defiendo”, declaró Meloni antes de su viaje, confirmando que su reunión “está estrechamente coordinada”, con las autoridades europeas.
La UE, que maneja una relación comercial de 1.6 billones de euros con EE.UU., busca alcanzar una cuerdo que elimine completamente los aranceles entre ambos bloques. No obstante, hasta ahora la administración Trump no ha dado señales claras de ceder su intención de imponer al menos un 10% de arancel a todas las importaciones.
Trump vs la reserva federal
En paralelo a su ofensiva comercial, Trump aprovechó su plataforma para atacar nuevamente al presidente de la reserva federal, Jerome Powell, acusándolo de actuar con lentitud frente a la política monetaria que debería acompañar el escenario actual.
”¡Demasiado tarde y equivocado, Jerome!”, escribió Trump, arremetido contra el líder del banco central por no reducir las tasas al ritmo de otras economías, como el Banco Central Europeo (BCE), que se prepara para su séptimo recorte consecutivo.
Powell, por su parte, advirtió recientemente que las políticas arancelarias de Trump podrían provocar un aumento de la inflación y un menor crecimiento económico. Pero el presidente estadounidense no parece dispuesto a dar marcha atrás: incluso sugirió que el despido de Powell “no puede llegar lo suficientemente rápido”.
¿Qué sigue?
Mientras los mercados observan con cautela y los líderes mundiales desfilan por la Casa Blanca, el futuro de las relaciones comerciales globales pende de las decisiones que tome Trump en las próximas semanas. Lo que está claro es que, al menos en su narrativa, el mandatario se ve ganando la partida: con más países tocando la puerta… y más presión interna en su propia economía.
La próxima jugada podría definirse no solo en las reuniones diplomáticas, sino también en la reacción de Wall Street, los consumidores estadounidenses… y el tablero político rumbo a las elecciones.
MG.