Aunque su salud sigue siendo motivo de atención, el papa Francisco tiene la intención de aparecer públicamente este Domingo de Resurrección para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. Así lo confirmó este sábado la oficina de prensa del Vaticano, aunque aclararon que su participación dependerá del estado físico en el que se encuentre ese día.
La intención del pontífice argentino de saludar a los fieles al final de la misa pascual está incluida en el libro ceremonial oficial, pero desde el Vaticano insisten en que se tomará una decisión final con base en la evolución de su salud, apelando a la prudencia.
Una Semana Santa atípica para el Papa
Francisco, de 88 años, ha estado prácticamente ausente de las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. Solo hizo una aparición pública significativa la tarde del Jueves Santo, cuando visitó la cárcel romana de Regina Coeli, una tradición que ha mantenido durante su pontificado. Allí saludó a los reclusos, dedicó unas palabras de cercanía y rezó con ellos, aunque no pudo realizar el tradicional lavado de pies.
“Cada vez que entro en un lugar como este me pregunto: ¿por qué ellos y no yo?”, reflexionó ante los medios, visiblemente cansado pero lúcido. Su tono fue cercano, incluso bromista: cuando una reportera le preguntó cómo se sentía, respondió entre risas: “Estoy sentado”.
Durante la visita, el Papa se desplazó en silla de ruedas, como es habitual desde hace meses debido a sus problemas de movilidad, pero esta vez se mostró sin las cánulas de oxígeno que había necesitado anteriormente. La Santa Sede informó que el encuentro con los reclusos duró alrededor de media hora, durante la cual Francisco habló, oró y bendijo personalmente a cada uno de los presentes.
¿Qué se espera para el Domingo de Pascua?
La misa de Resurrección será presidida por el cardenal Angelo Comastri, mientras que la presencia del Papa está prevista únicamente para el mensaje final y la bendición Urbi et Orbi, una de las apariciones más significativas del año, junto con la de Navidad.
Aunque todo está listo en la plaza de San Pedro para su aparición desde el balcón, fuentes del Vaticano indican que, en caso de que Francisco no pueda hablar por sí mismo, un colaborador leería el mensaje en su nombre. La bendición, sin embargo, sí sería impartida personalmente por el pontífice, si su estado lo permite.
“La vivo como puedo”
Aún convaleciente por una infección respiratoria que lo mantuvo 38 días internado en el hospital Gemelli —hasta el 23 de marzo—, el Papa ha reaparecido de forma intermitente en los últimos días. Su estado de salud continúa siendo motivo de preocupación, aunque su determinación por mantenerse presente espiritualmente con los fieles es evidente.
“La vivo como puedo”, dijo con voz tenue desde su vehículo al salir de la cárcel el jueves, reflejando el tono introspectivo con el que ha vivido esta Semana Santa.
Una presencia esperada, aunque incierta
La figura del Papa en el Domingo de Resurrección representa un momento de esperanza y unidad para millones de católicos en todo el mundo. Su posible aparición, aún bajo restricciones físicas, sería vista como un gesto poderoso de perseverancia y cercanía, especialmente en un momento en que el mundo vive múltiples tensiones políticas y humanitarias.
Por ahora, el Vaticano mantiene la expectativa: Francisco quiere estar ahí. Pero será su cuerpo quien tenga la última palabra.
MG.