En un movimiento que podría marcar el rumbo del comercio minorista en Estados Unidos, el presidente Donald Trump sostendrá hoy una reunión privada con representantes de las cadenas más grandes del país, entre ellas Walmart, Target, Home Depot y Lowe’s, para analizar el efecto de los aranceles en sus operaciones y ganancias.
La reunión, que tendrá lugar en la Casa Blanca, fue confirmada por un funcionario del gobierno bajo condición de anonimato, tras un reporte inicial de Bloomberg. Hasta el momento, Walmart declinó hacer comentarios, mientras que las demás compañías aún no han respondido públicamente.
Aranceles que pesan… y mucho
El encuentro se da en un contexto de alta tensión comercial, especialmente tras la decisión de Trump el pasado 2 de abril de imponer aranceles generalizados a decenas de países, con una excepción temporal de 90 días, a la que China no fue incluida. Como consecuencia, empresas fuertemente expuestas a importaciones chinas, como Walmart y Target, enfrentan serios desafíos financieros.
Según datos internos, más del 50% de los productos que venden Walmart y Target provienen de China. Lo mismo ocurre con Home Depot y Lowe’s, que también dependen significativamente de proveedores del país asiático.
Golpes directos al bolsillo corporativo
Los analistas del sector temen que la política arancelaria genere un efecto dominó, provocando aumentos de precios al consumidor, reducción de márgenes de ganancia y nuevas sacudidas en el mercado financiero.
Y esos efectos ya se están haciendo notar. Mientras las acciones de Walmart apenas han subido un 1.7% en lo que va de 2025, el resto del sector ha sido duramente castigado en la bolsa. Target, en particular, ha visto una caída estrepitosa del 32%, convirtiéndose en una de las empresas más golpeadas del año.
¿Qué puede salir de esta reunión?
Aunque no se han revelado los temas específicos que se discutirán, se espera que los líderes del retail presionen para una revisión o suavización de las medidas arancelarias, argumentando que los sobrecostos afectan tanto a las empresas como al consumidor promedio.
La incógnita ahora es si Trump, conocido por su estilo impredecible y mano dura en materia comercial, estará dispuesto a ceder o si redoblará su apuesta en esta guerra comercial que ya comienza a mostrar consecuencias palpables en los bolsillos de millones de estadounidenses.
Mientras tanto, los mercados observan con cautela. Una decisión errada o un nuevo anuncio sorpresivo podría encender nuevamente la volatilidad y poner en jaque la recuperación económica del sector minorista.
MG.