El mundo se prepara para despedir al papa Francisco, quien falleció a los 88 años este lunes. La ceremonia fúnebre, programada para el 26 de abril en la Plaza de San Pedro, reunirá a líderes internacionales en una misa que promete ser histórica. Sin embargo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no estará personalmente en el evento.
Durante su conferencia matutina de este martes, Sheinbaum anunció que será la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien acuda en su nombre como representante del Gobierno de México.
“Vamos a enviar a Rosa Icela Rodríguez como representante del gobierno de México”, confirmó la mandataria, destacando la importancia de la figura del Pontífice para millones de personas en el país.
La ausencia de Sheinbaum contrasta con la confirmación de asistencia de figuras como Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron y Javier Milei, quienes ya hicieron pública su participación en el funeral.
Sheinbaum también dedicó unas palabras al legado del Papa argentino, calificándolo como un hombre con un pensamiento profundamente humanista y comprometido con las causas sociales.
“Fue un papa progresista, cercano al más humilde, al olvidado. Siempre hizo un llamado a la paz, criticó el neoliberalismo y el consumismo, y promovió la austeridad dentro de la iglesia”, expresó la presidenta.
A partir de este miércoles, el cuerpo del pontífice será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde se abrirá un velorio público para que los fieles puedan rendirle homenaje. Se espera una multitudinaria despedida, no solo por su papel como líder religioso, sino por su influencia en los temas sociales y políticos del siglo XXI.
Con este gesto, México reafirma su presencia en uno de los eventos más significativos del calendario global, aunque la silla presidencial quede vacía en la Plaza San Pedro.
MG.