Lo que debía ser un día festivo en Turquía terminó convertido en una jornada de miedo e incertidumbre para millones de personas. Un fuerte sismo de magnitud de 6.2 estremeció este miércoles la ciudad de Estambul y otras regiones del país, provocando escenas de pánico, más de 230 heridos y miles de personas en las calles buscando refugio ante temor de réplicas.
El movimiento telúrico se registró a las 12:49 pm, hora local, con epicentro en el mar de Mármara, a unos 40 kilómetros al suroeste de Estambul y a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La sacudida se sintió con fuerza en toda la región de Mármara, incluyendo ciudades como Izmir, Bursa, Yalova, Balikesir y Tekirdag.
Heridos por el miedo
Aunque no se reportaron daños estructurales graves, el saldo humano es considerable. Al menos 236 personas resultaron heridas, la mayoría al intentar salir precipitadamente de edificios, algunas al saltar desde balcones o por crisis de ansiedad. Solo en Estambul se atendieron 173 casos, informaron autoridades de salud.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, detalló que el sismo tuvo una duración de 13 segundo y fue seguido por más de 100 réplicas, la mayor con una magnitud de 5.9.
Edificios evacuados y temor persistente
Las autoridades recibieron reportes de posibles daños en al menos 378 estructuras, y por precaución evacuaron 12 edificios. Solo uno de ellos colapsó: una antigua construcción abandonada en el distrito histórico de Fatih.
Miles de ciudadanos pasaron la tarde y parte de la noche en espacios abiertos como partes, patios escolares y estacionamientos. Algunos incluso instalaron tiendas de campaña, evitando regresar a sus hogares por miedo a nuevas sacudidas. Las mezquitas y centros deportivos fuero habilitados como refugios temporales.
“Fue como si el edificio flotara”
Historias de susto y confusión no tardaron en llenar redes sociales y medios. Leyla Ucar, entrenadora personal, narró cómo se encontraba en el piso 20 de un edificio cuando empezó el temblor. “Nos lanzó de un lado a otro. No entendíamos qué pasaba, al principio ni pensamos que era un terremoto”, dijo, aún con la voz temblorosa.
Senol Sari, de 51 años, huyó con sus hijos a un parque cercano. “Escuchamos un ruido extraño, luego el temblor. Salimos corriendo. Aunque a estamos de vuelta en casa, seguimos con miedo”, compartió.
Reacción del gobierno
El presidente Recep Tayyip Erdogan se pronunció durante un evento conmemorativo del Día de la Soberanía Nacional y del Niño. “Gracias a Dios, no hay víctimas mortales. Que dios nos proteja de todo desastre”, dijo.
Mientras tanto, el ministerio de Educación anunció el cierre de escuelas jueves y viernes en Estambul, aunque mantendrán abiertos sus patios como puntos seguros para la comunidad.
Ekrem Imamoglu, el alcalde de Estambul, actualmente en prisión por presuntos cargos de corrupción, envió un mensaje a través de sus abogados expresando su tristeza por no poder acompañar a los ciudadanos en este momento críticos. Su arresto sigue generando controversia y es visto por muchos como una medida con motivaciones políticas.
Recuerdos de tragedias pasadas
Este sismo revive el temor latente en Turquía, un país atravesado por fallas sísmicas activas. El recuerdo del devastador terremoto de 7.8 en febrero de 2023 –que cobró más de 53 mil vidas– sigue muy presente, especialmente en una ciudad como Estambul, donde expertos han advertido por años sobre el riesgo de un megasismo inminente.
Las autoridades han intensificado los planes de reforzamiento estructural y demolición de construcciones vulnerables, pero para muchos ciudadanos como Emre Senkay, las acciones aún parecen insuficientes. “Si esto vuelve a pasar con más fuerza, me voy de Estambul”, declaró mientras llenaba el tanque de su auto, como tantos otros que temen lo peor.
Por ahora, Estambul intenta recuperar la calma mientras el país entero mantiene la mirada en el suelo… y los nervios de punta.
MG.