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Livia Brito pone a prueba la privacidad de los famosos en México: la Suprema Corte interviene

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dado un paso histórico: este 25 de abril, decidió atraer el caso de amparo promovido por la actriz Livia Brito, quien busca proteger su derecho a la privacidad y a la propia imagen, tras un altercado ocurrido en 2020 con el paparazzi Ernesto Zepeda.

A través de un mensaje publicado en su cuenta de Instagram, Brito explicó a sus seguidores el trasfondo de esta larga disputa. Todo comenzó cuando Zepeda captó imágenes de ella durante unas vacaciones en Cancún, sin su consentimiento y, según afirma, en un momento estrictamente privado.

“Estas fotos fueron tomadas con fines de lucro y no aportaban información relevante a la sociedad ni a mi actividad como actriz”, expresó la protagonista de La Piloto. Brito también subrayó que su condición de figura pública no justifica ser fotografiada en cualquier circunstancia, recordando que “la ley protege la intimidad de todas las personas, incluidas las que trabajamos en medios”.

El caso ha generado un intenso debate sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la dignidad personal. Para la actriz, esta no es solo una batalla personal: es una oportunidad histórica para que la Suprema Corte trace una línea clara entre el derecho a informar y el respeto a la privacidad.

“Este juicio no solo es sobre mí, sino sobre todos. La dignidad humana debe estar por encima del morbo y la invasión”, declaró.

El origen del conflicto

La confrontación entre Livia Brito y Ernesto Zepeda estalló en 2020 en un hotel de Cancún. Brito relató que, al notar que era fotografiada de manera oculta mientras compartía un momento privado con su entonces pareja, se acercó a pedir que borrara las imágenes. Según su testimonio, Zepeda se negó, lo que provocó un intercambio físico que terminó involucrando también a su expareja.

Después del incidente, Brito presentó una denuncia por invasión a la privacidad. Sin embargo, afirma que el proceso se ha mantenido estancado durante cuatro años. Paralelamente, Zepeda emprendió tres demandas contra ella, ganando dos de ellas y manteniendo en disputa una tercera, en la que exige una indemnización de un millón de pesos.

¿Qué está en juego?

La decisión de la Suprema Corte de analizar el caso no solo determinará el desenlace del conflicto entre Brito y Zepeda. También podría sentar un precedente que redefina los límites legales sobre el trato mediático a las figuras públicas en México.

Hasta ahora, los vacíos legales han permitido que paparazzis y medios comercialicen imágenes privadas escudándose en el interés público. Si la Corte falla a favor de Brito, se abriría una nueva etapa en la protección de la privacidad para artistas, deportistas y cualquier persona expuesta al escrutinio público.

La resolución que se avecina podría cambiar radicalmente las reglas del juego en el mundo del espectáculo y los medios de comunicación en México.

 

 

MG